Entrevista

Loretta Napoleoni

«Occidente no tenía que haber intervenido contra el ISIL»

Darío Menor
Darío Menor
· 7 minutos
Loretta Napoleoni (Roma, 2008) |  ©  Darío Menor
Loretta Napoleoni (Roma, 2008) | © Darío Menor

Roma | Enero 2015

“La recesión económica es la madre de todas las crisis sociales de nuestro tiempo”. La economista italiana Loretta Napoleoni (Roma, 1955), célebre a ambos lados del Atlántico por sus valientes análisis sobre el terrorismo, advierte de que el miedo provocado por los atentados, la presión migratoria y la islamofobia han colocado a Europa en una situación similar a la de los años previos al ascenso del nazismo. “Vamos hacia una época oscura”.

Napoleoni, activista política y feminista en la década de 1970, empezó su carrera como economista – materia en la que se doctoró y que enseña en Cambridge – y trabajó en bancos antes de pasarse al periodismo, en el que pronto se especializó en el análisis de diversos grupos terroristas, tema en el que sus estudios constituyen una referencia internacional. Su último libro, El fénix islamista, publicado por Paidós, está dedicado al Estado Islámico. Ya en 2008 fue entrevistada por M’Sur («Al Qaeda ya ha pasado su cénit«). Entonces aún observaba con cierto optimismo la integración de los colectivos musulmanes surgidos de la inmigración en Europa.

«Si Europa tuviera un crecimiento económico del 5%, no habría atentados»

¿Hay que cambiar el modelo de integración social en los países occidentales para intentar que no se repitan atentados como los de Francia contra la redacción del semanario Charlie Hebdo?

Hay poco que podamos cambiar. No hay una fórmula para integrar a los musulmanes en Occidente. La mejor receta, en cualquier caso, es el éxito económico, algo que ahora no se da con esta crisis tan profunda en la que son las minorías las que más sufren. La crisis mundial se da en medio del mayor movimiento de migración de la historia por motivos económicos, lo que aumenta la competitividad por los puestos de trabajo. En esta situación quienes más sufren son los débiles, comenzando por las mujeres. No es casualidad que estos ataques se produzcan en medio de la crisis. Si Europa tuviera un crecimiento económico del 5% estas cosas no pasaban, pues estos jóvenes tendrían un empleo y estarían integrados. Ahora no ocurre eso: la recesión económica es la madre de todas las crisis sociales de nuestro tiempo. Es una realidad que casi nadie quiere tomar en consideración, porque sería admitir que la crisis económica provoca casi todos nuestros malestares como sociedad.

Dice el escritor egipcio Alaa Al-Aswany que la raíz del problema está en el wahabismo, la versión radical del islam que propaga Arabia Saudí. ¿Tiene Occidente capacidad para presionar a Riad y a las otras capitales del Golfo para lograr un cambio en este sentido?

«Europa está resbalando hacia la situación previa al nazismo: vuelve al discurso y al debate de los años 30»

Estas naciones no escucharían a Occidente aunque se les planteara esa necesidad. Hacen lo que quieren. No hay ninguna subordinación frente a Occidente. Se mueven por sus propios intereses. De hecho, son ellos los que usan nuestros Ejércitos para combatir a quienes quieren, como ocurre ahora con el Estado Islámico (ISIL). No creo que la presión funcione con ellos.

¿Cómo puede derivar la islamofobia creciente de Europa?

Es la misma situación que se dio con los judíos. Hay una crisis y se ataca a los más débiles. En esta ocasión existe además el casus belli de la situación de Oriente Medio. Desde 2003 han aumentado exponencialmente los refugiados del Magreb y de Oriente Medio que llegan a Europa, principalmente a los países septentrionales. A una Europa en crisis profunda que no necesita más mano de obra llega un contingente muy grande de personas, que se suman a los propios parados europeos y a los inmigrantes provenientes del Este de Europa. El ISIL añade más presión a esta situación, en la que resulta alucinante que algunos políticos ataquen al papa por intentar dialogar con el islam. Europa está resbalando hacia la misma situación previa al nazismo, vuelve al discurso y al debate de los años 30.

¿Confía en que movimientos políticos nuevos como Syriza en Grecia o Podemos en España inviertan esta tendencia?

Tengo mis dudas. Todos buscan el consenso de los poderosos. Hace poco estuvo una delegación de Syriza en Londres para tranquilizar a los grandes inversores. Si Podemos quiere cambiar las cosas lo primero que debería hacer es ponerle una tasa a los superricos, pero eso supone ir contra Google, que respondería probablemente cobrando por su servicio de buscador. Empresas como Google o Apple son más poderosas que los Estados y no pagan casi impuestos. Nos encontramos en una época en la que ya no existe un capitalismo sano que construye vías del tren. Estamos frente a una industria nueva con un enorme control sobre los ciudadanos.

«El ISIL es un problema de Oriente Medio;  Occidente no puede seguir siendo el policía del mundo»

¿Cómo valora la situación actual por la que está pasando Europa?

No es un buen momento. Habrá seguramente una reacción antislámica tras los atentados. Resultan preocupantes las manifestaciones que se han producido en Alemania contra los musulmanes. El resultado es negativo, aunque lo que hay que hacer es justo lo contrario: reaccionar para reforzar el multiculturalismo, no condenarlo. Vamos hacia una época oscura, en la que habrá más ataques en Europa y en el resto del mundo occidental, como puede ocurrir con Australia y Nueva Zelanda. La actitud de Occidente es equivocada: no tenía que haber intervenido contra el ISIL. Se trata de un problema de Oriente Medio, producido por el apoyo financiero de Arabia Saudí, Qatar y Kuwait. Deben ser ellos los que lo resuelvan. Occidente no puede pensar en seguir siendo el policía del mundo. Debemos discutir sobre el papel de Occidente y tener en cuenta que Naciones Unidas no dio permiso para intervenir contra el ISIL. Intervenimos además armando a otros grupos que pueden ser igualmente terroristas.

¿Los más de 200.000 muertos sirios no le parecen un motivo?

¿Y por qué no lo hicimos durante el genocidio de Ruanda, por ejemplo? Si decidimos actuar ejerciendo un papel humanitario debemos hacerlo en todo el mundo, lo que ocurre es que hay lugares que interesan más y otros menos. Ruanda importa poco. Sin embargo, a Arabia Saudí sí que le preocupa el Estado Islámico, ahora que lo ve como una amenaza. Pero no sabemos casi nada de lo que está pasando allí. En los años 70 teníamos un conocimiento mucho mejor de lo que ocurría en Vietnam durante la guerra que de lo que pasa ahora en Siria y en Iraq. ¿Qué pruebas reales tenemos, por ejemplo, de que el ISIL esclaviza a las mujeres? Todo se basa en cosas que salen por Internet y en lo que dicen los kurdos. Hacen falta periodistas sobre el terreno.

¿Ve la mano del ISIL detrás del atentado en la redacción de Charlie Hebdo?

No sabemos todavía si los dos hermanos sospechosos fueron de verdad los autores del ataque. Me parece extraño que se dejaran olvidado un carné de identidad. La posible conexión con el ISIL no implica que haya partido una orden de Raqqa [ciudad siria donde el ISIL tiene su capital]. La relación es menos directa, no hay financiación ni unas líneas guías marcadas. Están los simpatizantes que permanecen en Occidente y organizan atentados. Aunque parece que los sospechosos estuvieron en Oriente Medio, la mayor parte de los combatientes occidentales siguen allí. No han vuelto porque la batalla continúa. No ocurre como cuando acabó la guerra contra los soviéticos en Afganistán y los yihadistas volvieron a sus países de origen.

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