Opinión

¡No pasarán!

Aïcha Zaïmi Sakhri
Aïcha Zaïmi Sakhri
· 4 minutos

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Un asunto más de gran importancia que afecta al conjunto de ciudadanos y ciudadanas: se trata del anteproyecto del Código Penal propuesto por Mustafa Ramid, ministro de Justicia y Libertades. Desde hace algunas semanas, este proyecto tan esperado está dando mucho que hablar en la red en Marruecos ¡Y con razón! Según la penalista Michèle Zirari, “no se trata de un nuevo Código Penal, sino de modificaciones del texto antiguo cuyo contenido sigue siendo el mismo.

El contenido del Código, y sobre todo los títulos de sus subapartados, muestra claramente los valores que el Código intenta salvaguardar: seguridad del Estado, orden público, personas, bienes…” Estos valores no han evolucionado. Por ejemplo, nos dice Zirari, “en caso de violación, el valor transgredido no es la libertad o la integridad de la mujer, ¡sino el orden de la familia y la moral pública!”

“En una violación, el valor transgredido no es la libertad de la mujer, sino la moral pública”

En realidad, este anteproyecto conserva todos los defectos del antiguo Código. Su filosofía se basa, ante todo, en los principios de la moral y la religión. Otras infracciones, que han provocado comentarios en las redes sociales, son en realidad iguales en su descripción: son los casos de la ruptura pública del ayuno en ramadán (artículo 222, castigado en el proyecto con una pena de uno a seis meses de cárcel y/o con el pago de una multa, aunque actualmente ya se aplican estas penas a esa infracción), de las relaciones sexuales fuera del matrimonio (artículo 490, castigado actualmente con penas que van de un mes a un año de prisión, y en el proyecto de uno a tres meses solamente, pero con multa incluida) o de las relaciones homosexuales (artículo 489, pena privativa de libertad sin modificar, y además una multa). Se observa igualmente la entrada de la blasfemia en el Código, severamente castigada por el artículo 219, con una multa y penas que abarcan de uno a cinco años de prisión.

Lo que el gobierno actual busca con este proyecto es mantener al conjunto de ciudadanos bajo tutela religiosa. Abdessamad Dialmy habla de “una islamidad estatal paradójica en la forma”. Según el sociólogo, esta islamidad consistiría en pedir a quien en realidad come que finja ayunar mientras esté en el espacio público. De esta manera se le considerará un “correcto musulmán”. La misma “lógica” valdría para el musulmán que no está casado, al que de forma inversa se le pide “que ayune en materia de relaciones sexuales” en público, pero también en su vida privada. ¡La moral está a salvo y la hipocresía es la norma!

El artículo contra la libertad sexual debe abrogarse, salvo si queremos construir prisiones

Debemos denunciar este anteproyecto. No se corresponde ni con los valores de la nueva Constitución ni con el modo de vida del Marruecos del 2015. En un Estado democrático de derecho, las leyes están hechas para ser respetadas y sobre todo para ser aplicadas. Para ello, deben ser elaboradas según principios que destaquen la libertad y la seguridad de los ciudadanos y no, bajo ningún concepto, la represión de estos.

Por razones evidentes, el artículo 490 debería ser sencillamente abrogado, salvo que pretendamos construir prisiones, como irónicamente ha señalado la parlamentaria Nouzha Skalli. Los artículos que afectan a la libertad religiosa deben adelantarse a la mentalidad de la gente. Este suele ser el papel de la ley. No se puede meter en la cárcel a personas por sus convicciones religiosas, ni por falta de ellas. Señor Ramid, Dios es misericordioso y no podemos sustituirlo.

Al adoptar un Código como este, todos los marroquíes quedarían fuera de la ley. Y una vez más la corrupción y la injusticia serían las grandes ganadoras. ¿Es esto lo que queremos? ¡No pasarán!

Primero publicado en illi | 2 Mayo 2015 | Traducción: Idaira González León

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