Opinión

Los marroquíes ¿árabes?

Sanaa El Aji El Hanafi
Sanaa El Aji El Hanafi
· 3 minutos

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Queridos lectores de Dîn Wa Dunia, tengo que revelaros un importante secreto. Cuento con vuestra discreción porque, a día de hoy, nadie está al corriente y esta información secreta probablemente sorprenda a más de uno. ¿Sabíais que en Marruecos hay judíos y bereberes? Y lo que es peor, las malas lenguas aseguran que estos últimos estaban en Marruecos mucho antes que los árabes y los musulmanes. ¡Os lo juro por Dios!

Un marroquí se parece más a un español o un portugués que a un ciudadano del Golfo Pérsico

Bromas aparte. Ya es hora de reconciliarse un poco con nuestra historia. Ya es hora de reconocer que la identidad de este país es plural. No se trata de una opinión con la que estaríamos o no de acuerdo. Es un hecho histórico. Este país existía mucho antes de la llegada de los árabes y musulmanes. Hoy, la identidad de Marruecos es rica por todas las culturas y civilizaciones que lo han atravesado: es árabe, andaluza, musulmana, bereber, judía, africana, saharaui, mediterránea, magrebí, y más todavía.

En los planos antropológico, histórico, cultural e incluso culinario, un marroquí podría parecerse más a un español o un portugués que a un ciudadano de un país del Golfo Pérsico. Este pluralismo, en lugar de enriquecernos, se convierte para algunos en una fuente de angustia. Reniegan de ello en nombre de una arabidad que creen superior a todos los otros componentes de nuestra identidad.

En Marruecos hablamos árabe. ¿Es esto suficiente para confirmar nuestra arabidad? La lengua nunca ha sido un elemento identitario. De lo contrario, ¿se parecería un senegalés más a un quebequés que a un nigeriano o un marroquí? Entonces, ¿los brasileños y angoleños serían portugueses? Ocurre lo mismo con el islam. Si nos conformamos con este elemento identitario, ¿se parecería más a nosotros un afgano musulmán que un libanés cristiano, un senegalés musulmán, o incluso, un marroquí judío? ¿Tendría el Irán musulmán elementos identitarios fuertes para compartir con nosotros?

Y sobre todo, ¿cuándo aprenderemos a debatir las ideas en lugar de acusar a personas? Algunos podrían negar la historia para tratar de encuadrarnos en una identidad única. De acuerdo. En ese caso, que lo defiendan con argumentos. Que debatan las ideas. Acusar a otros en lugar de argumentar solo muestra una cosa, nuestra incapacidad para debatir. ¿Acaso no decimos que “las grandes mentes hablan de ideas, las mentes corrientes hablan de hechos y las mentes pequeñas hablan de la gente”?

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© Sanaa El Aji | Primero publicado en Din wa Dunia· 2 Abril 2016 | Traducción del francés: Alejandro Yáñez

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