Los marroquíes

por M'Sur
Boumía, Atlas. 2010Ait Hani. 2014Montes del Rif. 2011Yemá l-fná, Marrakech, 2011Tameslohte (Marrakech), 2011Autorretrato

Inmersa

“La inmersión”. Con esta palabra describió la fotógrafa franco-marroquí Leila Alaoui su método de trabajo. Meterse entre la gente. Escuchar. Esperar. El tiempo que hiciera falta. Hasta que acabaran posando, confiados, ante la pantalla negra y bajo los focos portátiles que ella hubiera montado en algún pueblo perdido del Atlas o de las llanuras de Marrakech.

El retrato clásico, enfocado, encuadrado, enmarcado en cristal caro, cabría decir, es la categoría de trabajo desarrollado por Alaoui, y brilla a la perfección en su trabajo Los marroquíes. Su mérito –también su intención explícita– es haber dado ese valor de modelo estrella, de protagonista de un estudio fotográfico de altos vuelos, a personajes de las capas más humildes de la población (si también ha conseguido su objetivo de cambiar la mirada habitual europea sobre un Marruecos percibido como exótico, es otra pregunta, vista su elección de los personajes con las ropas más coloridas, los velos más cerrados).

Porque el compromiso de Leila Alaoui (París, 1982) con los humildes, los pisoteados, los de abajo del todo es firme. Ahí están trabajos como el de No Pasara sobre la emigración marroquí frente a una Europa soberbia y, sobre todo, Crossings, sobre aquellos a los que los propios marroquíes humillan y desprecian: los migrantes subsaharianos camino de aquella misma Europa. Una obra no solo difícil sino también valiente, con una carga política de envergadura.

Leila Alaoui murió en enero de 2016 en un atentado de un grupo terrorista yihadista en Uagadugu, la capital de Burkina Faso, donde estaba haciendo una serie de retratos para una campaña por los derechos de las mujeres. Con ella desapareció una promesa del arte fotográfico a ambos lados del Mediterráneo. Quedará sin hacer lo que quizás fuera uno de sus proyectos más necesarios, y que tal vez nadie habría hecho mejor que esta artista con “una identidad con guion en medio”, como se definió una vez en una entrevista: retratar a los hijos del proletariado francés de origen magrebí. Aquellos que no son de ninguna parte.

La Fundación Tres Culturas ha inaugurado esta semana la muestra Los marrroquíes en su sede en Sevilla, donde puede visitarse hasta el 3 de diciembre. Una muestra en M’Sur.

[Ilya U. Topper]