Artes

Ivan Matanov

No menciones la mar

M'Sur
M'Sur
· 4 minutos

Poesía salvavidas

Ivan Matanov | Perfil de Facebook del autor

Ha dicho varias veces que la poesía le puede salvar la vida a uno. Da como ejemplo una operación cirujana muy complicada a la que tenía someterse en 2008 cuando sufrió congestión de las arterias de la pierna. Entonces le salvó la poesía del poeta ruso-estadounidense de origen judío Joseph Brodsky. Así lo relató en una entrevista publicada en Standart: «La poesía, creo, es un escape. El hombre, más o menos, crea su propio mundo. Hasta cierto punto es irreal, y desde otro punto es fabuloso. Así parece que se vive más fácilmente».

Ivan Matanov (Sofia, 1925) descubrió su vocación de poeta cuando era aún alumno, y sus primeras obras aparecieron en un periódico escolar. «Cuando un hombre ve su nombre en el periódico, dentro de él se despierta una pasión, una pasión, una ambición», recuerda. Graduado en la Universidad de Sofía, de profesión periodista, Matanov ha escrito 12 libros de poesía, desde Abro la puerta (1977) o La ventaja del trobador (1982) hasta El barco muerto (2007) o No menciones la mar (2012). También ha publicado un volumen de periodismo de opinión, además de traducir al búlgaro un libro del poeta austríaco Erich Fried. Los poemarios de Matanov han sido traducidos al ruso y al serbio.

Durante toda su vida, Matanov ha trabajado como periodista en varios periódicos y revistas, y dice que seguirá dedicado al oficio mientrás esté vivo. Ha sido editor de periódicos emblemáticos durante la época del comunismo, como los rotativos Narodna Mladezh y Literaturen Front. Fue jefe del departamento cultural de uno de los mayores rotativos nacionales búlgaros, 24 Chasa (24 horas), y editor en jefe de la revista Rodna Rech y de la revista Plamak. Desde 2006 hasta jubilarse en 2016 fue subdirector de otro gran rotativo nacional búlgaro, Standart. Ha sido galardonado con numerosos premios nacionales de literatura. Y aunque es nativo de Sofia, pasó algún tiempo en sus años de estudiante en la ciudad de Varna e inclusó estudió durante un periódo en la Academia Naval. Un período muy especial en su vida, asegura: Varna, la capital marítima de Bulgaria, siempre lo ha inspirado.

Los poemas que ofrecemos aquí fueron seleccionados y para la revista Caleta.

[Vladislav Punchev]

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El barco muerto

·

Мъртвият кораб

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Aparecerá en la superficie algún día la verdad,

como un barco enorme y arcaico.

Sus cañones herrumbrosos tronarán,

el légamo lucirá en su mástil.

Enorme, como un toro herido,

rugirá y galopará

hacia las fortalezas de mentiras

que hemos construido ágilmente.

Ahora yace en el fondo del mar… en el fango,

los asesinos vagan por sus camarotes,

los harapientos encuentran amparo aquí,

los comerciantes lo compran y venden.

Lo sueñan condecorado con guirnaldas,

lo prodigan con nombres fantásticos,

aun versos le dedican,

y el barco se pudre mudo bajo el agua.

Pero yo sé: llegará un día

en que este barco aparecerá en la superficie

y mientras jadeamos, mientras dormimos,

oiremos su sirena horrible.

Han nacido, no puede ser que no hayan nacido,

y pronto los veremos, yo lo:

aquellos peces insolentes e indóciles

que en nuestros sueños

brillan como cuchillos primorosos.

Ще изплува истината някой ден

като огромен допотопен кораб.

Ръждясалите му оръдия ще затрещят,

по мачтите му тинята ще свети.

Огромен, като бик ранен,

ще зареве и ще препусне

към крепостите от лъжи,

които ловко построихме.

Сега лежи на дъното – в калта,

убийци във каютите му бродят,

отрепките намират тук подслон,

търговци го купуват и продават.

Сънуват го обкичен със гирлянди,

обсипват го със фантастични имена

и стихове дори за него пишат,

а той изгнива под водата ням.

Но знам, ще дойде ден

и този мъртъв кораб ще изплува

и както се задъхваме, и както спим,

сирената му страшна ще дочуем.

Родени са, не може да не са родени,

и скоро ще ги видим – знам,

онези дръзки, непокорни риби,

които в сънищата ни

като изящни ножове блестят.

···

*              *           *

Tengo que dormir

·

Трябва да поспя

·

Tengo que dormir un poco

tengo fuerzas

solamente para dormir

en el césped cortado;

estoy cansado

me acostaré

en el césped cortado.

En el césped cortado

tengo que dormir un poco

me despertaréis

después de cien años

mejor no me despertéis

a dormir un poco

en el césped cortado

a dormir un poco

a dormir un poco

* * *

Todo lo que recuerdo

cabe en una lágrima.

Трябва да поспя

Имам силисамо да заспя

в окосената трева

уморен съм

ще полегна

в окосената трева

в окосената трева

трябва да поспя

събудете ме

след сто години

по-добре

не ме будете

нека да поспя

в окосената трева

нека да поспя

нека да поспя

* * *

Всичко, което помня,

се побира в една сълза

···

*            *           *

 

···
Una china en en mis rodillasКитайка в скута
···

Una china en mis rodillas –

niña, joven y mujer

en un

cuerpo

tranquilo como una trucha

en su último instante de vida.

Yo, en cambio, me he quedado sin resuello,

la acaricio

con mis últimas fuerzas

y su nombre

silabeo

···

Китайка в скута –

дете, девойка и жена

в едно

тяло

притихнало като пъстърва

в последния й миг.

Ала без дъх съм само аз,

галя я

със сетни сили

и името й

сричам.

···

*            *           *

···
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No menciones la marНе споменавай морето
···

No menciones la mar

antes de la puesta del sol,

antes de que el río de gente

se hunda en la oscuridad.

No menciones la mar

antes de que duerman

las gaviotas en la playa.

No menciones la mar,

amigo,

antes del tercer vodka

no menciones la mar

antes de que la tristeza

se siente en la mesa.

···

Не споменавай морето,

преди слънцето да залезе,

преди реката от хора

да потъне в здрача….

Не споменавай морето,

преди да заспят

гларусите на плажа…

Не споменавай морето,

приятелю,

преди третата водка,

не споменавай морето,

преди тъгата

да седне на масата.

······
···

© Ivan Matanov  |  Traducción del búlgaro: © Vladislav Punchev  [Primero publicado en Caleta, Diciembre 2015]