Reportaje

Sukaina, Kenza, Karima | Voces de ida y vuelta

M'Sur
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· 7 minutos
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Karima, Sukaina, Kenza, Zoubida (combo) | © Ilya U. Topper / MSur

La segunda sesión de las jornadas Voces de ida y vuelta, organizadas el 17 y 18 de marzo de 2022 en Granada por el Observatorio Wassyla Tamzali con apoyo y financiación de la Fundación Euroárabe, con la colaboración de MSur, reunió en la tribuna a tres jóvenes españolas de origen marroquí: Sukaina Fares, Kenza Hazeb y Karima Ziali Itahriouan, moderadas por la veterana activista Zoubida Boughaba.

Las jóvenes tomaron como arranque del debate sus propias experiencias, similares en el caso de las tres: nacidas en un pueblo del norte de Marruecos habían llegado a España con una familia inmigrante antes de cumplir diez años, se dedicaban con gran interés a los estudios —todas hablan español como nativas— pero tuvieron que superar enormes obstáculos para emanciparse de sus familias y ganar la libertad de decidir sobre su propia vida.

Sukaina Fares, 29 años, se vio tan sometida en su casa, violencia física incluida, a unas normas patriarcales que a los 16 años dio el paso de denunciar a su familia. Vivió dos años en un centro de acogida, hasta cumplir la mayoría de edad, luego empezó a buscar empleos y hoy trabaja en el sector inmobiliario. Aunque lleva años activa en Twitter para ayudar a niñas y mujeres que sufren experiencias similares a la suya, y ha dado con anterioridad algunas entrevistas bajo condición de anonimato, es la primera vez que habla a cara descubierta.

Kenza Hazeb, de 27 años, lo tuvo algo más fácil: pese a que tuvo que enfrentarse a las ideas machistas de su padre para poder integrarse en la sociedad española, recibió un gran apoyo de su madre. Esto le permitió cursar la carrera de Ingeniería informática, sin tener que romper con su familia, si bien su relación con su padre sigue siendo tensa. Su madre, sin embargo, acudió a la charla.

Karima Ziali Itahriouan, que llegó a España en 1990, también pudo estudiar con cierto respaldo familiar: en este caso fue su padre quien la apoyaba, contra el ideario mucho más patriarcal de su madre, quien no soportaba la idea de perder el control sobre su hija. Hoy, Karima Ziali es antropóloga, profesora e investigadora, pero para conquistar su libertad sexual también ha tenido que romper con su familia: sus padres no han aceptado que tenga un novio español —es decir, no musulmán— y viva con él.

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Aquí puedes escuchar el vídeo de la charla de Sukaina, Kenza, Karima y Zoubida  (40 minutos)

 

Fragmentos de la charla

Sukaina Fares

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Sukaina Fares (Granada, Mar 2002) | © Ilya U. Topper / MSur

«Con 16 años, la única solución que me dio el Estado para poder salir de ahí era denunciar a mi familia. Si para una mujer maltratada ya es muy difícil denunciar a su pareja, ¿cómo podemos pedir a una niña que denuncie a su propia familia? ¿Que te den esta única opción para salir de ahí? Yo acudí siete veces a comisaría antes de dar el paso.»

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«Acabas corroborando que realmente no estás loca sino que es el mismo patriarcado de siempre disfrazado de otra manera: disfrazado de un dios y un profeta que que utilizan tu familia, tus padres, para llevar a cabo su fin, que es mantenerte sometida toda tu vida.»

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«La virginidad, esa gran mentira que nos venden desde pequeñas, que incluso no podemos ir en bici por miedo a romper el famoso himen, no usar tampones con la menstruación…»

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«Puedo vivir libremente mi sexualidad, puedo tener una pareja que sea no musulmana, que eso es otro tema: tengo amigas que tienen parejas, chicos o chicas españoles y no pueden contarlo. Saben perfectamente que el día de mañana será su vida personal o su familia: tendrán que elegir entre los dos.»

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«Con algunas influencers, hiyabis y tal, que me tienen todas bloqueadas en las redes sociales, he tenido este debate, porque ellas alegan que sí se puede encontrar un equilibrio entre ser apóstata y mantener a la familia. Yo y las cientos de chicas que conozco y que no hablan por miedo, pues no. Sabemos que no es así.»

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Kenza Hazeb (Granada, Mar 2002) | © Ilya U. Topper / MSur

«Nosotros no nacemos así en Marruecos. No nacemos siendo misóginos, no nacemos siendo homófobos. Creer que nuestra procedencia tengan algo que ver con eso es lo más racista que puede haber. El no ver que tiene la religión con esto me parece muy hipócrita».

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«Hablar de las problemáticas que tenemos está muy castigado. Cuando una mujer se alza y habla de cualquiera del las cosas que estamos hablando, ya sea sexualidad, virginidad, opresión religiosa… en seguida se le señala, tanto desde dentro como desde fuera, tanto desde hijos de inmigrantes como desde gente de aquí que dice ser de izquierdas»

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«Algunos derechos que ya tienen adquiridos las mujeres de aquí, pues yo también los merezco, y merezco luchar por ellos sin que haya nadie por medio llamándome islamófoba y racista»

 

Kenza Hazeb

«La suerte que he tenido es que mi madre ha sido mi ángel guardián. A mi padre en aquel entonces lo veía como un obstáculo. Y luego tenía a mi madre, que intentaba arreglar todo».

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«Yo no era la típica niña calladita sino que era muy rebelde y lo sigo siendo a día de hoy. Si algo no me cuadra, pues lo siento mucho, te tendrás que aguantar, pero yo callada no voy a estar»

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«Siempre me ha interesado saber por qué. ¿Por qué los pájaros vuelan? ¿Por qué piensas de esta manera? ¿Por qué eres machista? Explícamelo. Con mi padre siempre tenía este problema».

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Karima Ziali Itahriouan (Granada, Mar 2002) | © Ilya U. Topper / MSur

«Con ocho añitos te preguntas, te dices: voy a intentar ser esa chica ideal para este hombre para que me llegue a aceptar. Pero llega un momento en tu vida que hace este clic y dices: no soy esa chica que él está soñando. Soy Kenza».

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«No se puede maltratar a un niño con la excusa de que somos musulmanes. Yo también soy musulmana y no por eso voy a maltratar a mis hijos, porque sea una chica, porque sea una mujer. No me voy a poner un velo para que tú estés contento».

 

Karima Ziali Itahriouan

«A diferencia de mis compañeras, a mí, mi padre me apoyó mucho más que mi madre, pero es verdad que mi madre siempre tenía la última palabra en casa y tomaba las decisiones muy unilateralmente»

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«Es difícil que las familias acepten la independencia de las mujeres, ya no solo económica, sexual también; es difícil que acepten esa independencia si no pasas por el matrimonio. Y obviamente si pasas por el matrimonio, ya has perdido la oportunidad de ser independiente»

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«Najat con sus obras lo que está haciendo es exponer esa intimidad y muchas veces se le ha criticado precisamente: oye, que estás hablando mal de nuestra comunidad. Esa comunidad es tan ficticia como la virginidad.»

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