Partidos progresistas conservadores
Sanaa El Aji El Hanafi
“Somos un partido moderno entre cuyos objetivos principales se encuentra el hacer frente a los islamistas y su discurso retrógrado que amenaza la identidad de la sociedad marroquí, de carácter tolerante. Pero, al mismo tiempo creemos que las libertades individuales son un lujo de derechos de los que no podemos hablar hoy en día. Ante nosotros tenemos cuestiones espinosas como la educación, la sanidad y otros sectores, y debemos tanto mantener nuestra identidad como respetar los sentimientos de los demás.”
Cambian las frases y las expresiones, pero, en general, esta es la profundidad del discurso que ofrecen hoy la mayoría de partidos marroquíes que se autocalifican de izquierdas o progresistas.
Aquí el tema va del discurso oficial de los partidos, no de la posición individual de este político o de este otro, donde han salido algunas voces, femeninas y masculinas, apoyando una visión clara que defiende las libertades individuales y los valores de igualdad. No obstante, dichas voces, en su mayoría, lo que han expresado son posturas personales, mientras que la postura de los partidos a los que pertenecen se ha seguido caracterizando por una mayor reticencia hacia este debate social.
Sin duda, el partido marroquí Justicia y Desarrollo (PJD) se impregna del discurso islámico y explota la religión para la política. De hecho, confunde ambas, pero al menos al final se mantiene coherente consigo mismo y con el proyecto social que ha apoyado con claridad desde su fundación.
No poseen el valor de adoptar una postura diferenciada en asuntos como las libertades sexuales
El problema tiene que ver principalmente con la postura de los otros partidos, especialmente con aquellos que se definen como pertenecientes a la corriente progresista o de izquierdas. La mayoría de estos partidos no han podido hacer frente al discurso islámico de manera efectiva y explícita y no poseen el valor de adoptar una postura diferenciada en los asuntos controvertidos relacionados con las libertades individuales y la igualdad: las libertades sexuales (homosexuales y heterosexuales), la libertad de credo, el aborto, la igualdad en la herencia…
Desde hace algunos meses se ha vuelto a abrir el debate en Marruecos sobre algunos artículos del Código Penal que limitan las libertades del individuo: las relaciones sexuales fuera del matrimonio están prohibidas legalmente y conllevan penas de prisión que van de un mes a un año (¿acaso es función del Estado vigilar nuestra cama?). No hacer el ayuno en ramadán también puede llevar a la cárcel a una persona (¿con qué fundamento obligamos a la población a creer y a practicar la religión? ¿No se supone que esto debe surgir de la fe verdadera y el convencimiento personal?). La homosexualidad también puede conllevar la cárcel (¿qué sentido tiene que alguien entre en prisión a causa de su orientación sexual personal, que no causa ningún daño a nadie?).
También el aborto puede conllevar que se encarcele a la mujer en cuestión y al médico (¿no tiene la mujer derecho a tomar la decisión de ser madre o no en caso de un embarazo no deseado, del cual carga sola con la responsabilidad, independientemente del hombre que haya sido el compañero en la relación sexual que la lleva a estar embarazada?). Este debate aborda también la cuestión de la igualdad en la herencia, sobre el fundamento de la igualdad en la ciudadanía entre mujeres y hombres.
Existe una sociedad civil fuerte que discute con valentía y coraje el Código Penal
Mientras que existe una sociedad civil fuerte, voces de investigadores, escritores, profesionales de los medios de comunicación, ciudadanos que discuten con valentía y coraje diferentes disposiciones del Código Penal y el Código de Familia marroquíes para suprimir los capítulos que restringen las libertades del individuo, o aquellas que consagran la desigualdad… con todo eso, son los políticos (salvo alguna excepción aislada que exprese su postura personal y no la de su partido) los que no se atreven a tomar una postura verdadera en esta dirección. Se ahogan en el lenguaje burocrático, vacío de significado, o utilizan el mismo discurso que los islamistas sobre “la identidad” o “los sentimientos de los demás”. Pues, ¿en qué se basa, entonces, vuestro proyecto social que se supone que es contrario al de los islamistas?
Para decirlo con sencillez, es el populismo electoral: el 2021 es año de elecciones,¡ a no ser que el Gobierno decida atrasarlas por las repercusiones del coronavirus!
Además, la mayoría de partidos prefieren hacer mimos a los sentimientos de la mayoría para ganarse los votos del electorado, porque consideran que tomar una postura clara a favor de las libertades individuales es un reclamo electoral que no “genera” votos… ¿Por qué tomar una postura atrevida, si nos va a costar posibles votos?
La verdadera cuestión que no se está formulando es esta: vosotros, que emuláis el Partido de la Justicia y el Desarrollo en defensa de su proyecto social conservador, recordad que sois vosotros mismos quienes os atrasáis en vuestra cita con la Historia, que recordará vuestra cobardía y vuestro oportunismo.
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© Sanaa El Aji | Primero publicado en Al Hurra · 11 Feb 2021 | Traducción del árabe: Carmen Gómez Orts
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