Ya no queda gente así
Saverio Lodato
Pero, ¿lo hace todo él solo? ¿Es todo obra suya? ¿O consulta con colaboradores de la Universidad y luego perfecciona nuevos sistemas de pensamiento y de derecho destinados a hacer ruido en las “revistas especializadas”?
Claro que sí. Cuando abre la boca, nunca pasa desapercibido. Digamos que se distingue entre la gran masa de pensadores incapaces de atreverse, todos sumamente mediocres, banales repetidores de lugares comunes, modestos en el mejor de los casos, asiduos y minuciosos en la consulta de “revistas especializadas” en las que él, sin embargo, aparece a menudo.
Nuestro hombre, de hecho, está hecho de una perspectiva jurídica diferente: rompe, sorprende, se levanta e intimida, en comparación con sus denigradores.
Nos referimos a Giovanni Fiandaca, profesor emérito de derecho penal en la Universidad de Palermo, garante de los derechos de los presos en la Región de Sicilia, recién salido de una entrevista sobre el tema de la cadena perpetua para los mafiosos, que él querría anular, y sobre históricos trastornos en la lucha contra la mafia. Poco le cuesta a nuestro hombre arrasar los argumentos de Nino Di Matteo, Gian Carlo Caselli, Pier Camillo Davigo.
Investigaciones relativas, juicios relativos, condenas relativas, cadenas perpetuas relativas. Y ya está
Los tres tienen en común un pecado original, el de la “absolutización” de la lucha contra la mafia. Incluso ven la Constitución desde la perspectiva de la lucha contra la mafia.
Cielos, ¿cómo se les ocurre un principio tan contrario al principio de garantía, al que nuestro emérito profesor ha sido fiel por los siglos de los siglos?
Fiandaca también lo explica, en beneficio de los presos de Sicilia, de los que es garante, y de los discípulos de la Universidad de Palermo, en la que es profesor, a los que va toda nuestra simpatía y comprensión personal, definiendo de forma diferente la lucha contra la mafia. Que para él, ¡vive Dios!, ha de ser “relativa”.
Simple, como el huevo de Colón.
Investigaciones relativas, juicios relativos, condenas relativas, cadenas perpetuas relativas. Y ya está.
A continuación, ahorramos a nuestros lectores el meticuloso listado de todas las “buenas” razones que pueden impedir al mafioso condenado a cadena perpetua arrepentimiento, contrición, colaboración con la justicia.
Pero hay algo que no podemos ocultar a nuestros lectores. Nos referimos a este pasaje de la entrevista con nuestro emérito profesor.
Escuchad sus palabras sobre los familiares de las víctimas de la mafia: “Entre nosotros los estudiosos, también ha surgido la idea de que sería necesario crear una nueva vía para la reeducación de las víctimas, pero que se la confíe a la competencia de psicólogos expertos, capaces de ayudar y elaborar el dolor con herramientas psicológicamente adecuados”.
Bueno, aquí nosotros nos quedamos de piedra. Boquiabiertos. Pero teníamos que esperárnoslo, porque aquí Fiandaca, por su parte, se agiganta.
Solo él podía atreverse a tanto. Enviar a hacer terapia a Salvatore Borsellino y Maria Falcone, Rosaria Schifani, Vincenzo Agostino, etcétera, etcétera, etcétera. Sí, en fin: asumir lo que pasó.
Por desgracia, para todos nosotros, Giovanni Fiandaca solo hay uno, el molde se ha perdido. Que lo disfruten los prisioneros de Sicilia y los estudiantes de Palermo…
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© Saverio Lodato | Publicado en Antimafiaduemila | 3 Abril 2021 | Traducción del italiano: Livia Salvetti
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