¿Asesinado por estar soltero?

«Babak, de 47 años, vivía en Londres, había vuelto a Irán y allí tuvo una discusión con sus padres relativa a su soltería. Este tipo de actos se denominan crímenes de honor y son más o menos frecuentes en Irán», señala la noticia, que arranca con las palabras: «En Irán la violencia doméstica y contra los menores es un problema que está lejos de solucionarse. Uno de los últimos casos conocidos ha sido el del director de cine Babak Khorramdin, que ha sido asesinado por sus padres.

Los hechos son ciertos y han sido reflejados en gran parte de la prensa iraní. Sin embargo, salta a la vista que el asesinato de un hombre de 47 años no forma parte de la violencia contra menores. Tampoco es acertado describir este homicidio como un crimen de honor, ni afirmar que estos «más o menos frecuentes en Irán».

Los crímenes de honor contra mujeres son frecuentes en gran parte de Oriente Próximo, especialmente en Jordania, Palestina, Iraq, Siria, la Península Arábiga y las regiones kurdas de Turquía. Pretenden restituir el honor familiar que queda ‘manchado’ si una mujer queda sospechosa de tener —o de desear— una vida sexual no sancionada por un matrimonio aceptado por la familia. Suelen decidirse por el consejo familiar que asigna una persona para ejecutarlo: el padre, un hermano, la madre o, en ciertas ocasiones, incluso el propio hijo.

Sin embargo, estos crímenes son muy infrecuentes en Irán (salvo probablemente las zonas kurdas); un caso ocurrido en junio de 2020 causó una conmoción nacional. Al ser condenado el padre a solo 9 de años de cárcel, el caso impulsó debates sobre la legislación iraní que castiga con menor dureza los homicidios de familiares que los de personas sin parentesco. (En países como Jordania, los asesinos habitualmente quedan directamente en libertad gracias a la aplicación de atenuantes por «indignación justificada» o similares).

El mismo tipo de crímenes de honor se comete también contra hombres homosexuales en los países mencionados; un caso llamativo tuvo lugar en Irán este mes de mayo de 2021, cuando un familiar mató al joven Alireza Fazeli Monfared. Pero tampoco es un fenómeno frecuente. Aunque la ley iraní permite castigar la homosexualidad con la muerte, raramente se aplica la pena capital (en ausencia de agravantes), y al menos en ciudades como Teherán, los gays no suelen correr el riesgo de morir a manos de su propia familia, un peligro que sí existe en ciertos países árabes.

Por otra parte, no se ha señalado que Babak Khorramdin fuese homosexual. Estar soltera a cierta edad puede ser un estigma, por sugerir vida sexual sin matrimonio, en el caso de una hija, pero nunca en un hombre, ya que la castidad masculina no forma parte del concepto de honor tradicional mediooriental.

A esto se añade que los padres parecen haber confesado también el asesinato anterior de su hija y su yerno, un crimen que tampoco entra en el concepto de crimen de honor, ya que una vez casada la hija, y mientras no se divorcie, la responsabilidad de su honor recae sobre el marido, no sobre la familia.

Por todo lo anterior, ni el homicidio de Babak Khorramdin ni el de su hermana y cuñado antes —si se confirman— encaja en los parámetros de crimen de honor, ya de por sí infrecuentes en Irán. En consonancia, toda la prensa iraní, tanto la reformista como la conservadora, condenó el homicidio, sin buscarle justificación ni atenuante alguna. Si el padre creía cumplir un mandato de honor, este no corresponde al ideario de la sociedad en la que vive sino que indica un obvio desequilibrio mental.