Lorenzo Cittadini

En tres acordes

Hay quien piensa que todo cabe en tres acordes. Y así nos parece cuando empezamos a escuchar la música de Lorenzo Cittadini: sin florituras, sin excesivos alardes, como si nos sentáramos al fondo de un bar o alrededor de un fuego, las notas empiezan a sonar y desfilan ante nosotros ese verano memorable, aquel festival de san Remo, el beso que nunca dimos, los casetes de De Gregori y el primer compacto de Capossela, un largo viaje en carretera, una siesta a la sombra de un árbol, una pareja bailando en una película en blanco y negro, un poema extraviado entre las páginas de un libro.

Nacido en Treviso en 1990, hijo de bresciano y de calabresa, fue miembro del grupo MasterChild y se fogueó en pequeños festivales hasta que el año pasado decidió emprender su propio camino en solitario, siempre bajo la potente influencia del poeta Silvestro Neri. En enero de 2017 culminaba con la asistencia del productor y guitarrista Simone Chiviló –conocido por su trabajo con Massimo Bubola y Marian Trapassi, entre otros- la grabación de su nuevo disco, La rosa corsara, donde modernidad y clasicismo, folk y rock se dan la mano en clave de canción de autor. Es decir, con la justa sofisticación, con los arreglos precisos, sin olvidar nunca que el mundo entero cabe, si se toca bien, en tan solo tres acordes.

[Alejandro Luque]