La música va por barrios

Alejandro Luque

En la portada de Out of my city, el segundo disco como solista de Kamal Musallam, vemos al músico caminando por la calle, mochila al hombro y funda de guitarra en mano. La imagen resume perfectamente el contenido del álbum: un paseo que nos lleva, atravesando la ciudad, hacia espacios sonoros muy distintos, unos familiares y otros exóticos, pero todos altamente interesantes.

El tema que da título al disco y el que le sigue, Rimma, son indisimulablemente orientales. Musallam, nacido en Kuwait, formado entre Jordania, Líbano y Francia, y actualmente afincado en los Emiratos Árabes, es un buen conocedor de los ritmos y melodías mediterráneos, y sabe impregnar su toque, tanto de guitarra como de oud, de sabores genuinos –la percusión de darbuka y mardangham también hacen lo suyo– aliñados con pinceladas modernas programadas.

Pero muy pronto el paseo de Musallam nos lleva por otros rumbos. When Sue left China está atravesado por un delicioso toque del lejano Oriente que, sin previo aviso, se desliza hacia las notas del Romance anónimo. Por su parte, Blues for Elie nos adentra en calles más oscuras y húmedas, que desembocan en la deliciosa Local sensations, con las resonancias clásicas de la voz de Monique Habrad marcando el rumbo: “Walking in, walking out, everyone should find a place…”

Así vamos transitando, del be-bop de Giant steps to heaven, creación del contrabajista Elie Afif, a la fusión, eléctrica y aflamencada, de Desoriental, y de ahí a la atmósfera densa y envolvente de Lost but found again, con guiños a Coltrane en los potentes vientos. A ritmo de bossa en Souvenir, y casi de baile en A few last words, llegamos al final del periplo con la sensación de habernos dejado llevar por un músico tan virtuoso como inquieto, convencido de que no hay nada como caminar para hacer camino. Porque, como concluye Habrad en el estribillo citado, “if it’s not in this city or that city… Then it must be in someone’s heart”.