Argelia



La guerra civil de Argelia fue desencadenada por un golpe de Estado del poder militar en 1992 y duró hasta aproximadamente 2002, aunque en la siguiente década hubo una segunda fase de atentados de grupos vinculados a Al Qaeda.

Tras independizarse de Francia en 1962, Argelia construyó un estado de corte socialista y laico, dirigida por el partido único Frente Nacional de Liberación (FLN).  Adoptó una ideología de corte panarabista, en la que el árabe clásico fue reemplazando el francés en  los ámbitos oficiales y  relegó a la marginación el idioma tamazigh (bereber), lengua materna de casi un tercio de la población argelina.

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La alfabetización se impulsó ‘importando’ a profesores egipcios, que reforzaban la conciencia de la identidad árabe y a menudo difundieron también un ideario islamista inspirado en el movimiento de los Hermanos Musulmanes. A partir de 1978, el presidente Chadli Benyedid asoció este programa de arabización, hasta entonces laico, a una progresiva islamización de la sociedad. En los años ochenta, los crecientes movimientos fundamentalistas islámicos encontraban un terreno fértil para difundir su ideología.

En 1980, una protesta contra la arabización tuvo lugar en Tizi Uzu, la capital de Cabilia, pero esta ‘primavera bereber‘, laica e izquierdista, fue aplastada tras centenares de arrestos. En lo sucesivo, los grupos islamistas fueron desplazando a la opisición de izquierdas y se situaron a la cabeza de los movimientos sociales descontentos. La pobreza originada por la incompetencia de la  economía estatal fue acentuada por la caída de los precios mundiales del petróleo, fuente de ingresos de Argelia.

Unas primeras revueltas tuvieron lugar en 1988. La cúpula militar obligó a Benyedid a anunciar las primeras elecciones plurales en la historia del país. En 1989, el anciano jeque Abbas Madani y el joven predicador Alí Belhadj fundaron el Frente Islámico de Salvación (FIS), que proponía reemplazar el sistema democrático por la ley coránica.

En mayo de 1991, una huelga general degeneró en revueltas y en diciembre, el FIS ganó, por sorpresa, la primera ronda de las elecciones.  En enero de 1992, un golpe de estado orquestado por la cúpula militar depuso a Benyedid, canceló la segunda vuelta de los comicios, prohibió el FIS, alegando que su base ideológica religiosa era anticonstitucional, y encarceló a Madani, Belhadj y miles de sus seguidores. En respuesta, dos grupos islamistas empezaron a lanzar ataques contra objetivos militares, policiales y pronto, civiles: el Movimiento Islámico Armado (MIA) y el Movimiento por un Estado Islámico (MEI), ambos apoyados por argelinos que habían combatido en Afganistán contra la ocupación soviética (los ‘afganos’), y no siempre sometidos al control del FIS.

En 1993 se formó el mucho más extremista Grupo Islámico Armado (GIA), que luego se definiría como ‘takfirí’, es decir consideraba apóstata a todo musulmán que no siguiera su propia interpretación radical, cercana al wahabismo saudí. Empleaba coches bomba y falsos controles de carretera y realizaba masacres nocturnos contra civiles.

Autodefensas

La guerra civil se desarrolló sobre todo en la región norte de Argelia, en un radio de pocos centenares de kilómetros al sur y oeste de la capital Argel, mientras que el sur, apenas poblado pero vital por sus reservas de petróleo, no fue afectado. El conflicto dividió la sociedad política y civil argelina: mientras que algunos partidos izquierdistas pedían dialogar con el FIS, ganador de unas elecciones democráticas, otros se alinearon con las tesis ‘erradicadoras’ del gobierno, señalando que el objetivo declarado del FIS era reemplazar la democracia por un sistema teocrático.

El gobierno organizó  ‘grupos de autodefensa’, compuestos por civiles armados con fusiles de caza. Estas milicias, apoyadas a veces por milicias mejor entrenadas y armadas a sueldo de jefes locales, tuvieron especial éxito en la Cabilia, uan región montañosa al este de Argel, habitada por bereberes normalmente enfrentados al Gobierno central, pero aun más opuestos al islamismo. Los pueblos que rechazaron adherirse al programa de autodefensa solían sufrir fuertes presiones de las autoridades.

En 1994, el Gobierno argelino, encabezado por el militar Liamine Zeroual, y la cúpula encarcelada del FIS establecieron negociaciones, finalmente infructuosas. Ese año, el MIA, el MEI y otros elementos leales al FIS se unieron en el Ejército Islámico de Salvación (AIS). El FIS condenó los ataques indiscriminados contra civiles reivindicados por el GIA y en enero de 1995 se reunió con varios partidos argelinos, entre ellos el FLN y varios de la oposición izquierdista, en San Egido (Italia). Los reunidos firmaron un acuerdo de paz y respeto a la democracia que no llegó a tener efecto por la negativo del Gobierno argelino a participar en la negociación.

El GIA, mientras tanto, continuaba combatiendo. Asesinaba a periodistas, artistas, músicos, extranjeros y a muchas mujeres que rechazaban cubrirse el pelo con el hiyab. Dominaba sobre todo la periferia sur de Argel. En 1995, el GIA, que decía luchar para instaurar el califato, se enfrentó al AIS en una guerra fratricida que se cobró centenares de muertos. Liamine Zeroual convocó y ganó unas elecciones presidenciales, boicoteados por los tres mayores partidos. No trajeron la paz: en 1997 se multiplicaron las masacres de población civil atribuidos al GIA o a «terroristas islámicos». El AIS declaró un alto el fuego unilateral en septiembre de 1997 para «ayudar a desenmascarar a los enemigos de Argelia y el islam», en alusión a los responsables de las masacres.

Masacres bajo sospecha

Las masacres, no obstante, continuaron durante todo 1997 y 1998, los años más sangrientos de la guerra civil. El procedimiento era muchas veces similar: unas decenas de hombres armados con fusiles, granadas y machetes entraban en un pueblo, derribaban las puertas y asesinaban a hombres, mujeres y niños, a menudo con muestras de gran crueldad, violando a mujeres y robando dinero o joyas. En varios casos se dio la circunstancia de que los cuarteles militares o de la policía se hallaban a escasos kilómetros y fueron alertados pero no intervinieron durante muchas horas.

Este detalle hizo surgir la sospecha, nunca oficialmente demostrada pero tampoco nunca refutada, de que el GIA estaba infiltrado o comandado por agentes del estado o de la cúpula militar que así intentaba sembrar el terror ante todo lo ‘islamista’. A esto se añade que muchas masacres afectaron a localidades habitadas por clases modestas y conocidas por ser feudos del FIS; algunas se habían negado a formar milicias de autodefensa, de manera que aparentemente, el GIA exterminaba precisamente a quienes pudieran ser su base política.

En junio de 1998, el asesinato del cantante bereber Matoub Lounès, que ya había sido secuestrado por el GIA en 1994 y liberado tras amplias protestas en Tizi Uzu, provocó violentas revueltas en toda Cabilia. Los movimientos bereberes, que lo consideraban un símbolo del laicismo, atribuyeron la responsabilidad al Gobierno, mientras que éste achacó el atentado a los islamistas. Al año siguiente, Abdelaziz Bouteflika fue nombrado presidente tras una elección sin competidores. El Gobierno  aceptó la tregua del FIS y desistió de perseguir a los militantes del AIS que entregaran las armas.

Al mismo tiempo se formó el Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC) como un reagrupamiento del GIA. El número de masacres y muertos fue disminuyendo gradualmente y el Gobierno empezaba a aparecer como ganador del largo conflicto. Entre 1992 y 2002, la guerra civil se había cobrado más de 150.000 muertos aunque en 2002, la cifra de víctimas anuales apenas superaba ya el millar.

La integración de los movimientos islamistas en el juego democrático se normalizó con la liberación de Madani y Belhadj en 2003. Muchos ex miembros del FIS fueron «reciclados» por el Gobierno y nombrados imames en las mezquitas locales. La influencia de la religión en la política y la sociedad argelina siguió creciendo. Se puede considerar que el Gobierno ganó la guerra civil en el campo de batalla, pero a largo plazo, los militantes islamistas han ganado la contienda en el aspecto civil, social y político.

En abril de 2002, la muerte de un adolescente bereber tras su arresto dio lugar a meses de revueltas en Cabilia, la ‘primavera negra’, que causó medio centenar de muertes por disparos de la policía. Tras una marcha multitudinaria hacia Argel, el Gobierno accedió a algunas demandas de los movimientos civiles bereberes y declaró el tamazigh ‘lengua nacional’.

Segunda fase

En 2003, el GSPC ganó notoriedad con el secuestro de 32 turistas, casi todos alemanes, en el sureste de Argelia, en la región de Ilizi. El golpe fue capitaneado por Amari Saifi, más conocido como ‘Abderrazak El Para’, un antiguo paracaidista argelino que fue presentado como «el hombre de Osama bin Laden en el Magreb» pero que a todas luces trabajaba para los servicios secretos argelinos. Desde ese año, al GSPC se le sitúa en la órbita de Al Qaeda, lo que añade una dimensión internacional a un conflicto que hasta ese momento había sido un asunto nacional argelino.

En 2004, los tiroteos y combates entre guerrilleros islamistas y soldados o grupos de autodefensas volvieron a aumentar y se vieron de nuevo bombas y atentados con coche bomba en Argel. Los ataques se suceden con una frecuencia cada vez mayor, pero el número de víctimas queda muy lejos del causado por el conflicto en los años noventa: no pasa de unos cuantos miles en cinco años. En 2007 se registran por primera vez atentados suicidas con mochila bomba.

La mayor parte de los ataques tienen lugar en la Cabilia, territorio montañoso al este de Argel, cuya orografía ofrece ventajas a una guerrilla. No obstante, la población cabilia, bereber, mantiene una radical oposición al islam fundamentalista y las milicias no cuentan con apoyo popular. Entre la población persisten las dudas sobre la implicación de los servicios secretos en las organizaciones consideradas ‘terroristas islámicas’. Los tiroteos con fuerzas del orden y ataques a comisarías con armas pesadas continúan en 2010, 2011 y 2012, casi siempre en la Cabilia.

Entre 2009 y 2012, varias tomas de rehenes en el sur de Argelia y los países vecinos se atribuyen al GSPC, ahora identificado directamente como «Al Qaeda en el Magreb» y desvinculado de los movimientos políticos o religiosos argelinos. En enero de 2013, un grupo militante ataca una planta de gas en In Amenas, cerca de la frontera libia, y toma más de 800 rehenes. Al menos 67 personas —39 extranjeros, 29 milicianos y un guardia argelina— mueren en el combate con las fuerzas argelinas.

Con este tipo de atentados, el conflicto en Argelia se va asimilando al que provocan comandos adscritos a la nebulosa de Al Qaeda en otros países mediterráneos y europeos, sin relación directa ya con la guerra civil de los años 90.

La Primavera Árabe de 2011 sólo provocó contadas manifestaciones en Argelia y no influyó de forma llamativa en las tensiones políticas.

Cronología

1830 Francia ocupa Argelia, hasta entonces bajo dominio del Imperio Otomano.
1857 Las tropas francesas conquistan la Cabilia y acaban con la resistencia de las tribus bereberes.
1954 Empieza la guerra de la independencia argelina, con atentados terroristas y masacres en ambos lados.
1962 Independencia de Argelia. Régimen de partido único, socialista y laico.
1984 El presidente Chedli Benyedid promulga el código de la familia, que pone la ley coránica por encima de la legislación, hasta entonces relativamente laica, de Argelia. Creciente islamización desde el estado.
1988 Revueltas por el descontento con el régimen del partido único. Benyedid prepara la democratización del país.
1989 Abbas Madani y Alí Belhadj fundan el Frente Islámico de Salvación (FIS) que propone instaurar un estado islamista.
1991 Mayo: huelga general convocada por el FIS. Diciembre: el FIS gana la primera vuelta de las elecciones generales.
1992 La cúpula militar argelina da un golpe de estado, anula las elecciones y prohíbe el FIS. Algunos grupos islamistas toman las armas. Fundación del MIA y el MEI, movimientos armados cercanos al FIS.
1993 Fundación del GIA, extremista y partidario de una violencia indiscriminada contra los civiles.
1994 Los elementos armados cercanos al FIS se reagrupan en el AIS.
1995 Acuerdos de San Egido entre el FIS y varios partidos legales argelinos, como el FLN y el FFS, al margen del gobierno. El GIA combate al AIS y al FIS. Liamine Zeroual gana las elecciones.
1997 Empieza una serie de masacres contra civiles. El AIS anuncia una tregua unilateral.
1998 Continúan las masacres, atribuidas al GIA y probablemente apoyadas en parte por los servicios secretos argelinos.
1999 Abdelaziz Buteflika es nombrado presidente. Amnistía para los miembros del AIS. El GIA se debilita.

2002 El GSPC, formado por elementos del GIA y extremamente integrista, inicia su actividad armada
2003 Un secuestro de turistas alemanes, posiblemente orquestado por los servicios secretos, es atribuido al GSPC.
2004 Aumenta la frecuencia de atentados y tiroteos atribuidos al GSPC en el norte de Argelia.
2006 El GSPC empieza a conocerse bajo el nombre ‘Al Qaeda en el Magreb’.
2007 Los combates entre guerrilleros islamistas se intensifican en la Cabilia.
2008 Cinco ataques terroristas dejan unos 70 muertos.
2009 Varios ataques en febrero dejan una veintena de muertos.
2010 Continúan los ataques en la Cabilia. La policía abate a 70 militantes.
2011  Esta año mueren unos 25 civiles en 15 atentados.
2012 Mueren 161 militantes en 65 enfrentamientos, pero se reduce el impacto en la población civil.
2013 Un asalto la planta de gas de Tigantourine, cerca de In Amenas en la frontera libia, se salda con la muerte de 67 personas, 39 de ellas extranjeras.

Última actualización: julio 2023