Etiopía


El último conflicto importante de Etiopía fue la guerra de Tigray entre noviembre de 2020 y noviembre de 2022, entre el Gobierno central etíope, apoyado por el vecino país de Eritrea, y las fuerzas del movimiento TPLF, basado en la región norteña de Tigray.

Tigray es una región fértil en el norte de Etiopía, fronteriza con Eritrea y habitada mayoritariamente por una población de religión cristiana tewahedo que habla tigriña, un idioma emparentado con el amhárico, la lengua dominante de Etiopía. Allí se gestó el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF), de orientación marxista, que luchaba a partir de 1974 contra el emperador Haile Selassie y luego, como parte del Frente Revolucionario Democrático de los Pueblos de Etiopía (EPRDF), contra el régimen comunista del Derg, que consiguió derrocar en 1991. El líder del TPLF, Meles Zenawi, gobernó Etiopía de 1995 hasta su muerte en 2012. Sin embargo, las relaciones entre los componentes del EPRDF se deterioran en 2018 y en 2019, cuando el primer ministro Abiy Ahmed, de etnia oromo, fusionó los partidos regionalistas que componían el EPRDF en una nueva formación, sin participación del TPLF. Tras posponer las elecciones de 2020 con motivo de la pandemia de covid, las tensiones se dispararon y el Gobierno trasladó tropas a la región, solicitando el apoyo de la vecina Eritrea y desencadenando una guerra que duró dos años y causó decenas de miles de muertos y millones de desplazados.

La guerra empezó el 3 de noviembre de 2020 con acciones armadas del TPLF y la milicia asociada al partido, las Fuerzas de Defensa de Tigray (TDF) contra fuerzas gubernamentales. Los rebeldes pronto tuvieron que ceder terreno ante las operaciones coordinadas del ejército etíope y el eritreo, que el 28 de noviembre tomaron la capital regional, Mekele. Empezó una fase de guerra de guerrillas, con atrocidades, masacres y violaciones en todos los bandos. En abril de 2021, el TDF consolidó su control de las zonas rurales de Tigray y en junio reconquistó Mekele. En julio lanzó ofensivas hacia el este, tomando partes de la región vecina de Afar, y al sur, a la región de Amhara, llegando a la ciudad histórica de Lalibela. En otoño, con apoyo del grupo armado OLA de la región de Oromia, avanzó en dirección de la capital, Addis Abeba. llegando hasta Dese. Una nueva contraofensiva de las fuerza gubernamentales obligó al TDF a retirarse hacia Tigray y en marzo de 2022 se proclamó un alto el fuego, que duró hasta el verano.

La guerra se recrudeció en agosto, con bombardeos aéreos y un gran despliegue de fuerzas eritreas, que llevó a las TDF al borde de la derrota. En noviembre de 2022, con mediación de la Uni´ón Africana, el Gobierno y los rebeldes firmaron un acuerdo de paz que preveía el desarme de las TDF, pero permitía a los líderes del TPFL mantenerse en puestos de poder en Tigray.

Conflictos anteriores

Etiopía ha vivido varios conflictos políticos y étnicos desde la destitución del emperador Haile Selassi en 1974 por la dictadura comunista del Derg, y tras la caída de este régimen en 1991, siendo el más importante la guerra fronteriza con Eritrea entre 1998 y 2000.

La enemistad con el país vecino ha contribuido a avivar también la tensiones internas, nunca del todo resueltas en este país compuesto por un enorme rompecabezas étnico.

Hasta hoy, ninguna de las guerrillas activas en Etiopía ha utilizado la bandera religiosa. El Estado, aunque dominado por la cultura amhárica, asociada a la religión cristiana copta-tewahedo, es multiconfesional y laico.

Eritrea

La franja costera del Mar Rojo formaba durante siglos parte del reino de Aksum y más tarde del imperio de Abesinia, aunque también fue objeto de dominio otomano y en 1890 se convirtió en colonia de Italia. Sólo en 1941 fue conquistado por Gran Bretaña, en 1952 unido en federación con el Imperio de Etiopía y en 1962 anexionado como parte del Estado, eliminando su autonomía y sus instituciones parlamentarias.

Ya en 1960 se formó el Frente de Liberación de Eritrea, que inició una lucha armada, relevado en 1972 por el Frente Popular de Liberación de Eritrea (EPLF), de base más amplia. En estos años, el Ejército imperial imponía la ley marcial en Eritrea. La caída del emperador y la toma de poder de la dictadura militar marxista del Derg en 1974 no modificó la situación, ni lo hizo la disolución formal del Derg en 1987. El régimen sucesor, dirigido por el militar Mengistu Haile Marian, fue acosado por una alianza guerrillera de varios frentes étnicos, entre ellos el eritreo, que ganó la guerra civil en 1991. El mismo año, Eritrea se independizó, con capital en Asmara, con el acuerdo del nuevo gobierno etíope.

En mayo de 1998, el gobierno de Isaias Afewerki, dirigente de la EPLF desde 1978 y en el poder hasta hoy, envió el ejército a tomar la pequeña ciudad de Badme en la frontera etíope-eritrea, que reclamaba como territorio eritreo. Etiopía lanzó un contraataque y tras unas negociaciones infructuosas tuvo lugar una guerra de enorme dureza, con muchas decenas de miles de muertos, quizás más de cien mil, entre febrero de 1999 y mayo de 2000, cuando las fuerzas eritreas quedaban derrotadas.

Una comisión independiente acordó asignar Badme a Eritrea. Addis Abeba se negó a reconocer el resultado y mantiene el lugar bajo control. En revancha, Eritrea viene ofreciendo asilo y financiando varias guerrillas etíopes para debilitar a su vecino, como el Frente de Ogaden y el de Oromo.

Oromo

Los oromo —hasta recientemente también conocidos como galla— forman uno de los pueblos más importantes de Etiopía y se distribuyen por grandes regiones del sur, centro y este. Su lengua es parte de la rama cushita y entre sus religiones se cuentan tanto el islam y el cristianismo ortodoxo tewahedo como las creencias paganas.

Ya a mediados del siglo XX surgieron movimientos nacionalistas oromo que se dirigían contra la hegemonia de la cultura amhárica, dominante en el aparato estatal del Imperio de Etiopía. En 1973 se formó el Frente de Liberación Oromo (OLF) que mantuvo una guerra de baja intensidad contra el régimen comunista del Derg, pero no se integró en el juego democrático tras la caída de éste en 1991. A finales de la década se intensificaba la represión gubernamental contra grandes partes del movimiento nacionalista o cultural oromo, bajo acusaciones de formar parte de movimientos «terroristas». Otros partidos de base étnica oromo sí participan en el Parlamento.

El OLF ha colaborado ocasionalmente con la guerrilla somalí del ONLF y ha recibido respaldo de Somalia, aunque sus cuarteles principales se hallan en el exilio en Eritrea. El último incidente importante tuvo lugar en la frontera con Kenia en 1998, mientras que durante los años 2000, las escisiones internas han hecho desaparecer prácticamente la organización armada. No tuvo un papel destacado en las revueltas de 2014-2016 en la región de Oromia, en la que cientos de personas murieron en enfrentamientos con la policía. En 2018, el OLF firmó un acuerdo de paz con el Gobierno etíope, aunque una escisión, el Ejército de Liberación de Oromo (OLA) ha seguido lanzando ocasionalmente ataques y anunció apoyar al TPLF en la guerra de Tigray en 2020-2022.

Ogaden

Bajo el nombre de Ogaden se conoce la enorme llanura semiárida al este del país, parte de la región administrativa etíope Somali y fronteriza con Somalia. Sus habitantes pertenece a la etnia somalí y hablan el mismo idioma cushita.

Desde la independencia de Somalia en 1960, los dirigentes de este país aspiraban a incorporar la parte occidental de Etiopía a su Estado; a tal fin se fundó el Frente de Liberación de Somalia Occidental, disuelto en 1969 pero refundado en 1975, un año después de que el emperador etíope fuera derrocado y reemplazado por la dictadura comunista del Derg. En los años siguientes, la guerrilla, respaldada por el Ejército de Somalia, se hizo con grandes partes de la región, pero en la Guerra del Ogaden, 1977-1978, Etiopía derrotó a Somalia. La milicia se fue desactivando a principios de los años 80.

En 1984, los remanentes de la guerrilla fundaron el Frente de Liberación Nacional de Ogaden  (ONLF) y retomaron la actividad armada, pero a favor de la independencia, no de una integración en Somalia. En 1991, la ONLF se alió con el EPRDF, la coalición de partidos que derrocó al Derg, y participó en el juego democrático hasta 1994, cuando volvió a la clandestinidad ante la negativa de conceder la independencia a la región.

La ONLF recibía principalmente el respaldo de Eritrea. Aunque practicamente todos los somali se identifican como musulmanes, la guerrilla no utilizaba la religión como bandera. En los últimos años, el wahabismo exportado desde Arabia a Somalia también ha llegado al Ogaden.

Las milicias de la ONLF realizan sobre todo ataques a puestos de policía y militares, en una guerra de baja intensidad, sin alcanzar el dominio de un territorio concreto. En 2007, la guerrilla llevó a cabo varios ataques, el más espectacular se cobró al vida de más de 70 personas, casi todas civiles, en una exploración petrolífera en Degehabur, al sur de Yiyiga. La respuesta del Ejército etíope fue brutal y el conflicto sigue latente.

Afar

La etnia afar —también llamada dankali— habita el noreste de Etiopía y el sur de Eritrea, así como partes de Yibuti. Su idioma pertenece a la rama cushita. La región es muy árida y poco comunicada con el resto del país; parte de sus habitantes —con fama de ser un pueblo de guerreros— mantienen estilos de vida tradicionales seminomádicas con escaso contacto con el Estado. Se identifican como musulmanes, con prácticas tradicionales poco dogmáticas.

En 1993, varios movimientos afar formaron el Frente de la Unión Revolucionaria Democrática Afar (ARDUF), a veces también conocido por el nombre de su milicia, Uguugumo. Su aspiración es unir las regiones habitadas por afar de Eritrea, Yibuti y Etiopía en un sólo Estado, bien independiente, bien autónomo. Sus actividades se han limitado a enfrentamientos esporádicas con las fuerzas tanto de Etiopía como de Eritrea, aunque los secuestros de turistas italianos en 1995 y alemanes en 2012 —con varias muertes— tuvieron mayor repercusión.

De 1991 a 1994, una guerrilla afar, bajo el nombre de Frente por la Restauración de la Unidad y la Democracia (FRUD), combatió en el noreste de Yibuti, para exigir mayor participación política para los afar, que forman más del tercio de la población del país. Un acuerdo para instaurar una democracia multipartidista cerró el conflicto en 1994, aunque algunos grupúsculos continuaban activos hasta 2011.

Última actualización: julio 2023