hebreo
El hebreo es una lengua semita, relacionada con el árabe, el arameo y el extinto fenicio. Es el idioma oficial de Israel y hoy tiene alrededor de 4 millones de hablantes nativos.
El hebreo fue estandarizado como lengua culta por los miembros de la religión judía pero pronto abandonado como lengua de uso diario —si es que alguna vez sirvió como tal— y reemplazado por el similar arameo. Todos los rezos, cantos y ritos judíos se desarrollan en este idioma, y varios de los textos sagrados del talmud —no todos— están escritos en hebreo; de ahí que su estudio se consideraba esencial para la formación teológica judía.
Pese a que su estudio y uso culto nunca fue abandonado, durante unos 20 siglos, el hebreo sólo se mantuvo como lengua muerta en el ámbito religioso judío aunque era utilizado también para la redacción de obras teológicas. Los primeros intentos de ‘resucitar’ el hebreo y promover su uso diario en prensa y literatura datan de finales del siglo XVIII pero no fue hasta 1894 que el judío lituano Elíezer Ben Yehuda elaboró un compendio lingüístico que adaptaba el hebreo bíblico a la modernidad y creó innúmeros términos nuevos, un esfuerzo necesario, dado que la Biblia no recoge más de 8.000 palabras y sólo 5.000 de uso frecuente, todos basados en unas 500 raíces, un vocabulario extremamente exiguo para una lengua de uso diario.
A principios del siglo XX, las comunidades sionistas inmigrantes en Palestina adoptaban el hebreo como única lengua para educar a sus hijos; de esta manera, el hebreo se convirtió en una generación en el idioma nativo de la nueva nación israelí. Con la declaración de la independencia se declaró idioma oficial de Israel. Aunque prácticamente todos los ciudadanos de este país dominan el hebreo, sólo lo utilizan como idioma nativo los israelíes de origen judío nacidos en Israel, pero casi nunca los inmigrantes adultos, aunque casi todos lo manejan en mayor o menor medida.
El hebreo siempre se escribe con el alfabeto hebreo.
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