búlgaro


Esquela búlgara (2006) | © Daniel Iriarte

El búlgaro es un idioma eslavo hablado por unas 10 millones de personas entre los Balcanes y el Mar Negro, sobre todo en Bulgaria, donde es lengua oficial, pero también por comunidades menores en todos los países vecinos. Pertenece a la rama oriental del bloque eslavo meridional.

La lengua hablada en Macedonia es una variante del búlgaro, aunque se ha estandarizado oficialmente como macedonio, con ciertas diferencias, sobre todo ortográficas, frente a las normas de Bulgaria.

Un conflicto político existe alrededor de los hablantes eslavos de las provincias del norte de Grecia, sobre todo al noroeste de Salónica, en las regiones administrativas griegas Macedonia Central y Macedonia Occidental. Este idioma, igual al hablado en la limítrofe República de Macedonia, no está reconocido por Atenas, dado que la manifestación de una identidad étnica distinta a la griega suscita temores de separatismo. Se estima que unos 200.000 ciudadanos griegos hablan macedonio.

Estructura

Desde el punto de vista gramatical, el búlgaro es el que más se ha alejado de las estructuras eslavas, dado que ha perdido las flexiones de sustantivos y adjetivos, típicas de este tronco lingüístico, pero mantiene una estructura verbal más rica y ha adquirido artículo determinado, probablemente debido a la influencia de lenguas vecinas, como el rumano, el griego o el albanés. En su vocabulario y pronunciación, no obstante, es bastante cercano a las demás ramas eslavas, de manera que una comunicación rudimentaria entre hablantes del búlgaro y el ruso no es imposible.

Macedonio búlgaro, idioma eslavo

El establecimiento de Macedonia como república independiente en 1991 ha atizado el debate sobre la categoría del macedonio como idioma propio. Existe cierto consenso sobre que el macedonio no fue considerado un idioma distinto del búlgaro hasta la II Guerra Mundial. De hecho, solo fue estandarizado a partir de 1944, con la fundación de Macedonia como república autónoma dentro de Yugoslavia (antes formaba parte políticamente de Serbia). En este proceso se utilizaron las hablas occidentales de Macedonia, relativamente distintas a las de Bulgaria, y se creó una variante del alfabeto cirílico más cercana a la utilizada en Serbia y distinta a la búlgara, que se asemeja más al ruso. Al mismo tiempo aumentaba la influencia del vocabulario serbio y disminuía la del búlgaro. Este proceso se invirtió a partir de los años 90.

Sin embargo, las fronteras políticas no coinciden con las variaciones lingüísticas locales: a ambos lados de la frontera búlgara-macedonia se habla el mismo idioma, considerado una variante oriental del macedonio en un lado y una variante occidental del búlgaro en el otro.

De todas formas, la variedad de hablas eslavas en los Balcanes, todas muy similares, dificulta el establecimiento de definiciones claras.

Torlaco

Si bien hay claras diferencias entre el búlgaro y el serbocroata, que pertenece a la rama occidental del eslavo meridional, existe un habla que hace de puente entre ambos: el torlaco, hablado en el sur de Serbia y en Kosovo. Se parece fonéticamente al serbocroata, pero su estructura gramatical —la escasez de flexiones— los asemeja más al búlgaro y es someramente inteligible para hablantes de ambas ramas.

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