iraníes


iranies

Las lenguas iraníes pertenecen a la rama indo-iraní del conjunto indoeuroeo. Para facilitar la clasificación de sus numerosos dialectos, que se hablan desde Asia Central hasta Anatolia, se suelen dividir en dos bloques: el oriental y el  occidental. Cada uno se divide nuevamente el grupos norteños y meridionales.  La difusión real de las lenguas no siempre corresponde a estos conceptos geográficos.

Nororiental: El osetio, hablado por medio millón de personas en el Cáucaso, es la única lengua viva de esta rama.

Suroriental: Agrupa una decena de lenguas en Asia Central, de la que la más importante es el pashto o pastún, la lengua más hablada en Afganistán.

Noroccidental: Es el grupo con mayor variedad. Se pueden distinguir al menos cinco ramas: el kurdo, el zaza-gorani, la rama caspia, con las lenguas gilaki, mazandarani, talish (y tati), el semnani, el dari de los zoroastrios, junto a otros llamados ‘dialectos de Irán Central’ y el baluchi, hablado en las regiones fronterizas de Irán y Pakistán.

Suroccidental: El farsi o persa, idioma oficial de Irán es el más importante de este grupo. Otros dos grupos de hablas regionales son muy cercanas al farsi: el lari (o larestani) en el sur de Irán, y el luri en el oeste; a menudo ambos se consideran meros dialectos del farsi.

Todos los idiomas del bloque iraní occidental comparten numerosas características y la mayor parte de las raíces de su vocabulario. Muchos kurdos aseguran que hasta cierto punto son capaces de intuir el significado del farsi.

Dentro de la rama noroccidental, especialmente entre las lenguas caspias, las diferencias se difuminan y muchas hablas se pueden clasificar en uno u otro subgrupo o forman «puentes» entre dos lenguas vecinas; así el zaza-gorani se describe a veces como «intermedio» entre el kurdo y el gilaki y también el semnani – subdividido en seis dialectos o incluso ‘lenguas’ – se considera cercano a los idiomas caspios. Y algunos de éstos, como el talish, comparten suficientes características con el farsi como para permitir una comunicación. Tampoco hay que olvidar que en Irán, el farsi es desde hace siglos el idioma de la cultura y administración y como tal influye los hablas locales.

Mención especial merece el dari, nombre que los mazdeos (zoroastrios) de Irán central dan a su lengua, también conocida como gabri, sin que deba confundirse con el dari de Afganistán, que es simplemente el nombre que el farsi recibe en este país centroasiático.

El romaní, la lengua de los gitanos europeos, y el domari, la de los gitanos de los países de Levante y Egipto, también forman parte de los idiomas indo-iraníes (o indoarios), pero pertenecen a la rama india, no a la iraní.