Fuera de la ley
M'Sur
Nosotros, ciudadanas y ciudadanos marroquíes, nos declaramos fuera de la ley.
Hemos violado leyes injustas, obsoletas, que ya no tienen razón de ser.
Hemos tenido relaciones sexuales sin estar casadas.
Hemos tenido o practicado un aborto, o hemos sido cómplices.
Hemos aprendido a fingir, a arreglárnoslas, a aparentar. Cuánto tiempo tenemos que seguir así?
Cada día, cada hora, en secreto, a escondidas, mujeres como yo, hombres como tú, conservadores o progresistas, personajes públicos o anónimos, de todos los sectores de la sociedad y todas las regiones, se atreven a disfrutar, lo asumen, existen por su propia cuenta, rompen cadenas y violan la ley. Porque aman.
Cada día, me convierto en culpable de amar y de ser amada.
Cada vez que se arresta a una mujer, yo me convierto en cómplice.
Me digo: Podría haber sido yo… Luego me callo, sigo mi camino, hago un esfuerzo para olvidar…
Pero ya no lo consigo. Ya no puedo más. Porque mi cuerpo me pertenece, no le pertenece ni a mi padre, ni a mi marido, ni a mi entorno, ni a los ojos de los hombres en la calle, y menos aún al Estado.
Hoy ya no quiero tener vergüenza. Yo, que amo, que aborto, que tengo tengo relaciones sexuales sin estar casada. Yo, que me escondo. Yo, que me arriesgo a la deshonor, la infamia, la prisión.
Esta cultura de la mentira y la hipocresía social genera violencia, arbitrariedad, intolerancia. Estas leyes, liberticidas e inaplicables, se han convertido en herramientas de venganza política o personal. Es una espada de Damocles que nos amenaza y nos recuerda que nuestra vida no nos pertenece. ¿Cómo aceptarla? ¿Por qué aceptarla una y otra vez?
En 2018, en Marruecos se ha acusado judicialmente a 14.503 personas bajo el artículo 490 del Código Penal, que castiga con prisión las relaciones sexuales sin matrimonio. A 3.048 se les ha encarcelado por adulterio. Cada día se practican entre 600 y 800 abortos clandestinos en nuestro país.
¿Hay que meter en prisión a todas estas personas? ¿Y también a sus ‘cómplices’ (médicos y militantes de ONG)?
Creemos que la sociedad marroquí es suficientemente madura para cambiar y para que se ratifique por fin el respeto a la vida privada y el derecho de cada uno a disponer de su cuerpo. Nuestra sociedad y nuestro país lo merecen. Hacemos un llamamiento a quienes nos gobiernan, a quienes toman las decisiones, a los legisladores, a demostrar su valentía, a dar ese paso adelante, a lanzar un debate nacional sobre las libertades individuales.
Esto no es un lujo, no es un favor. Es una necesidad.
¿Cómo favorecer que la juventud florezca, cómo permitir la justa participación de las mujeres en la sociedad, cómo implicar nuestro país realmente en el progreso, en el desarrollo humano, si no se respetan nuestros libertades individuales, si se pisotea nuestra dignidad, si todas y todos estamos fuera de la ley?
Todas y todos estaremos fuera de la ley, hasta que cambie la ley.
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Este manifiesto ha sido firmado por 490 marroquíes. Ha sido redactada por la escritora Leila Slimani y la cineasta Sonia Terrab. Entre las primeras firmantes se hallan Sanaa El Aji, Soumaya Naamane Guessous y Aïcha Sakhri, columnistas en M’Sur, entre muchas otras, como Zainab Fasiki.
Entre los hombres que firman en solidaridad se cuentan Abdellatif Laabi, Abdellah Taia, Mahi Binebine y Tahar Ben Jelloun. La lista entera de firmantes se puede consultar en la revista marroquí Tel Quel. | Traducción del francés: Ilya U. Topper
El texto está abierto a más firmas – ya son más de 5.000 – y toda marroquí se puede adherir enviando un mensaje a texte490@gmail.com; también lo pueden hacer los no marroquíes, mencionando en el correo «en soutien» (en solidaridad).
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