Iglesia copta
La Iglesia Copta es, de lejos, la congregación cristiana con más seguidores en los países de habla árabe. Forma parte del grupo de iglesias monofisitas (o mejor llamadas miafisitas), escindidas del tronco común en el siglo V.
La Iglesia es una de las más antiguas de la cristiandad y está presente en Egipto desde los inicios de la misión cristiana. Aun hoy, la inmensa mayoría de los coptos viven en Egipto, donde forman alrededor de la décima parte de la población (unas 9 millones de personas), aunque las estimaciones varían entre el 8% y el 12%.
Aunque la mayoría de los monasterios se encuentran en el desierto de Wadi Natrún, entre El Cairo y Alejandría, hay numerosas aldeas coptas a lo largo de todo el valle del Nilo. También en la mitad norteña de Sudán e incluso al sur de la capital Jartum hay comunidades coptas. La sede habitual del Patriarcado se encuentra en El Cairo, aunque su título oficial es ‘Patriarcado de Alejandría’.
La lengua litúrgica de esta Iglesia es el copto, aunque prácticamente todos los creyentes hablan hoy el árabe egipcio —o el sudanés— como lengua materna; en las ceremonias se emplea cada vez más este idioma para facilitar la comprensión. En sus documentos y comunicaciones, la Iglesia utiliza hoy el árabe fus·ha. Emplea el calendario copto para todas las fiestas religiosas.
El Patriarca de Alejandría, también conocido como Papa copto, es desde noviembre de 2012 Tawadros II (o Teodoro II). Su nombre civil era Wagih Subhi Baqi Suleimán, nacido en 1952 en el delta del Nilo. Fue elegido tras la muerte, en marzo de 2012, de su predecesor, Shenuda III, nacido en 1923 con el nombre de Nazir Gayed y quien fue papa durante 40 años, de 1971 a 2012.
La Iglesia Tewahedo de Etiopía y su recién escindida rama eritrea forman parte del conjunto copto y hasta 1959 dependían directamente del Patriarcado de Alejandría, aunque sus ceremonias se distinguen en algunos detalles. Las tres iglesias siguen manteniendo plena comunión entre ellas.
Un millar de monjes coptos y alrededor de 300 monjas siguen viviendo en la treintena de monasterios que hay en Egipto. En los barrios y las aldeas de Egipto, la convivencia entre coptos y musulmanes es en general buena, aunque ya en la década de los noventa y los 2000, algunos conflictos locales se convertían en enfrentamientos religiosos alimentados por extremistas. Los coptos se quejan de que la construcción de nuevas iglesias se encuentra con numerosos obstáculos burocráticos, mientras que se dan todo tipo de facilidades para construir mezquitas. Esta situación lleva a la existencia de iglesias consideradas «ilegales» y tensiones en la comunidad. En 2002, por otra parte, el día de Navidad copto —corresponde hoy al 7 de enero gregoriano— fue declarado festivo nacional.
La Primavera Árabe en 2011 incluyó desde el principio a coptos, aunque la postura oficial de la Iglesia era reticente. Poco después de la dimisión del presidente egipcio Hosni Mubarak se registraron varios graves atentados y masacres contra iglesias coptas, atribuidos a ‘salafistas’, pero probablemente incitados por elementos del régimen en un intento de crear divisiones entre la población.
Tras la llegada a poder de Mohamed Morsi, perteneciente a la organización fundamentalista de los Hermanos Musulmanes, las tensiones se siguen exacerbando y se han repetido ataques a iglesias coptas con numerosos muertos que, si bien han sido condenados por Morsi, se suceden ante la pasividad de las autoridades.
En Sudán, la situación de los coptos se ha vuelto más difícil tras la introducción de leyes basadas en el islam fundamentalista a inicios de los noventa. La emigración se ha intensificado y el número de coptos parece reducirse.