Iglesias monofisitas
Bajo el nombre de ‘Iglesias monofisitas’ o ‘miafisitas’ se agrupa una serie de congregaciones cristianas, también conocidas como ‘orientales antiguas’ u ‘ortodoxas orientales’, y difundidas en todo Oriente Próximo y el Noreste de Africa. Estas iglesias se separan del tronco común del cristianismo en el siglo V, tras el concilio de Calcedonia.
La mayor diferencia dogmática respecto a las demás iglesias cristianas se refiere a la naturaleza de Jesucristo- Ésta es considerada ‘divina y humana’ por católicos y ortodoxos, que así le adjudican dos naturalezas, mientras que las iglesias monofisitas insisten en que Jesucristo sólo tiene una naturaleza, divina y humana a la vez.
El término ‘monofisita’ es el habitualmente empleado en la literatura, pero los teólogos de estas iglesias rechazan este nombre por considerarlo inexacto: argumentan que se oponen al dogma monofisita del siglo V, defendido por Eutiques, según el que la naturaleza humana de Jesucristo se disolvió en la divina. Prefieren el término ‘miafisitas’, según el que se trata de una naturaleza única pero que retiene las características tanto divinas como humanas. Ambas palabras se derivan del griego y significan ‘de naturaleza única’.
Una de las iglesias monofisitas más antiguas es la Iglesia Siriaca, también llamada siriana o jacobita. También pertenecen a este grupo la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Copta, así como la Iglesia Tewahedo de Etiopía y su recién escindida rama eritrea, ambas parte del conjunto copto y mayoritarios en sus países respectivos.
Aun sin contar la población etíope, las iglesias monofisitas representan el mayor número de cristianos en los países de Oriente Próximo.