Que me registren… el ADN
Soumaya Naamane Guessous
Casablanca | 2006
La reforma del Código de Familia en 2004 suscitó muchas esperanzas. Dos años después resulta que muchos artículos carecen de precisión y dejan un gran margen de interpretación a los jueces.
La esperanza inicial se está desvaneciendo a causa de las dificultades para establecer procedimientos estándar y aplicarlos a nivel nacional. Es el caso de la determinación de la relación paterna mediante el análisis de ADN, cuya finalidad es proteger al niño.
La falta de comunicación sobre la reforma y el hecho de que muy pocas personas conocen el contenido de los textos legales crean confusión y grandes decepciones. Es imperativo que toda persona alfabetizada lea el Código de Familia, disponible en las librerías en árabe, francés y bilingüe, para conocer sus derechos y obligaciones, y para informar a su entorno. ¡Es un deber ciudadano!
Un análisis de ADN solo se impone si el niño nace durante la etapa de noviazgo formal
Desde la reforma, el Centro de Transfusión de Sangre, los laboratorios de investigación médica y los médicos recibieron una gran demanda de análisis de ADN de mujeres que no están familiarizadas con el procedimiento y que piden hacer la prueba para que sus hijos conozcan la identidad de su padre. Una petición a la que no tienen derecho.
La prueba médica de un análisis de ADN solo se impone si el niño nace durante la etapa de noviazgo formal entre una pareja. La debe pedir un juez y se realiza únicamente en los laboratorios de la Policía, dos condiciones que a menudo la hacen inaccesible.
Cualquiera niño nacido fuera del periodo del noviazgo formal o del matrimonio se considera ilegítimo. No se puede solicitar un análisis de ADN en este caso.
Ni siquiera en caso de violación, si la mujer denuncia a su violador, se requiere análisis de ADN
Si no hay un noviazgo formal de por medio y la madre va a una comisaría para denunciar a su novio para que este reconozca al niño, el caso puede ser transferido a la Fiscalía. A la pareja se le procesa entonces por fornicación (fasad en árabe): todas las personas de sexo opuesto que mantengan una relación sexual fuera del matrimonio, se enfrentan a entre un mes y un año de cárcel (Código Penal, art. 490). Salvo que puedan probar que el niño fue concebido después de establecerse un noviazgo formal. En este caso, se juzga al padre. La ley le condena por haber mantenido relaciones sexuales con la madre del niño, pero al salir de prisión, no tiene la obligación de reconocer a su hijo.
Ni siquiera en caso de violación, si la mujer denuncia a su violador, se requiere análisis de ADN. Según el Código Penal, si la violación se demuestra, el violador incurre en una pena de prisión de 5 a 10 años. En el caso de una menor, una discapacitada o una mujer embarazada, la pena es de 10 a 20 años (art. 486). Si la violación resultó en una desfloración, la pena es de 5 a 30 años (art. 488). ¡Pero al salir de prisión, el padre no tiene ningún compromiso para con el niño nacido de la violación! Aberraciones que no consolidan en absoluto la protección de la infancia.
«A menudo un padre se niega a reconocer a su hijo incluso tras confesar que es suyo»
Souad Taoussi, asistente social en la asociación INSAF: “Si una madre acude a nosotros y no tiene una relación formal de noviazgo con alguien, la llevamos ante la sección de Asuntos Familiares de un juzgado para evitar que sea juzgada por fornicación. Intermediamos con su pareja para un reconocimiento matrimonial con el objetivo de reconocer al niño, pero a menudo rechaza el matrimonio, por lo que intentamos presionarle para que reconozca la paternidad. Muchas veces, el padre se niega a ello, incluso tras confesar que el hijo es suyo. Cuando acepta iniciar el procedimiento, a menudo se retira por la complejidad y el coste que supone, y por la lentitud del sistema judicial”.
Si la pareja se niega, el niño vive sin la identidad del padre y llevará toda su vida la etiqueta de “bastardo”. Si el análisis de ADN fuese obligatorio en estos casos, se salvarían muchos niños. También obligaría a los hombres a asumir la responsabilidad de un acto sexual y ayudaría a reducir enormemente el número de niños ilegítimos que viven en la miseria junto a su madre.
Con noviazgo
Pero si hubo compromiso formal de noviazgo, la madre del niño sí puede pedir un análisis de ADN. ¡Una verdadera carrera de obstáculos!
Artículo 156 del Código de Familia: “Si hubo un noviazgo y un consentimiento mutuo, pero por circunstancias de fuerza mayor no se pudo firmar un acta matrimonial y los signos de embarazo empiezan a notarse en la novia, este embarazo se imputa al prometido por tener relaciones sexuales por error, si se cumplen las siguientes condiciones:
a) Ambas familias (o en su caso, el tutor de la novia) conocen la existencia del noviazgo y lo aprueban.
b) La novia quedó embarazada durante el noviazgo
c) Ambos miembros de la pareja reconocen que el embarazo es suyo.
Estas condiciones se establecen por decisión judicial no sujeta a apelación. Si el novio niega que el embarazo es suyo, se pueden utilizar todos los medios legales de prueba para establecer la filiación paterna”.
Souad Taoussi: “El artículo es vago. No especifica los términos del noviazgo. ¿Qué es exactamente un noviazgo? ¡No hay un tipo único! Las modalidades varían de una región a otra, de una familia a otra en una misma región”.
La noción de noviazgo sobre la cual se basan el Código de Familia y los jueces para pedir una prueba de ADN es compleja. Debe ser redefinida de acuerdo a las prácticas vigentes en las diferentes regiones.
El estudio que nosotros realizamos sobre las madres solteras y sus hijos pone de manifiesto que muchas de ellas estaban embarazadas durante el periodo de noviazgo, llamado al khotba. ¡Pero hay noviazgos y noviazgos!
Según el Corán, una unión es lícita tras leer la Fatiha, entregar las arras y hacer publicidad
Las modalidades del noviazgo dependen del islam y de las costumbres locales. Según el Corán, una unión es lícita después de leer la Fatiha, sura del Corán, la aportación de unas arras (as-sdaq: regalos o una suma de dinero) y la publicidad (ichhar) para que el vecindario sea testigo de la unión.
La reciente obligación de registrar un acta de matrimonio no ha afectado a la credibilidad de esta práctica. Muchas familias siguen aceptándola como un compromiso formal de matrimonio.
Las costumbres locales son diversas. Los múltiples términos utilizados para nombrar los compromisos demuestran la complejidad de una misma situación, formalizada en diversos escenarios.
Para muchas familias, la chica se compromete en cuanto se presenta el pretendiente: “Yau: Han venido”. La palabra sella el compromiso : “Dua fía o hdar fía: Ha hablado de mi (con mi padre)”. “Tlabni: Me ha pedido (a mi padre, hermano, tío…)”. “Khtabni: Ha pedido mi mano (a mis padres)”. “Dkhal l-darna: Ha entrado en nuestra casa”.
A veces, la unión se sella cuando la familia del novio invita a la familia de la novia. “Han venido a casa y han invitado a mi familia”. “Hicimos zgharit: vino su familia y hubo albórbolas”. Una forma de expresar alegría, pero también de exhibirse ante el vecindario.
El noviazgo se describe con la palabra ‘rshemni’: me ha dibujado un signo en la piel y le pertenezco
Más compromiso aún son los regalos: “Yab dbiha: Ha traído una oveja”. “Trajo un regalo” a veces se expresa con el término “rshemni” que quiere decir : Me ha dibujado un signo en la piel. Hace referencia al valor que se le atribuye a los obsequios y a la mujer, ya que, simbólicamente, ‘rshemni‘ significa “Él me ha marcado, y por tanto le pertenezco”.
“Yabu sukkar: Trajeron azúcar”. El azúcar posee un valor simbólico: un buen augurio para que la vida matrimonial sea dulce. Su color blanco trae suerte. “Yabu ash-shuar: Trajeron los regalos que las familias habían acordado”.
Todavía más fuerte es el compromiso al leer la Fatiha : “Darna el fatha”. “Tshauru: Han concertado con mi padre. “Yabu dfu’: Han traído los regalos que formaban parte de las arras”.
Esta ceremonia puede hacerse con gran pompa : los regalos se transportan en un carrito, seguido por los músicos (al ghayyat) y por la familia del novio. “Tarkab al khatem: Me puso el anillo de compromiso”, una ceremonia que puede ser el último paso antes de la boda. “Hicimos Shreb lahlib”: Ceremonia en la que los novios se hacen beber mutuamente un sorbo de leche en presencia de sus parientes. “Yabu el miduna: Han traído un utensilio de cestería, también llamado tbaq, que contiene henna, dátiles, azúcar, huevos, leche”, regalos que simbolizan la felicidad.
Los protocolos de hospitalidad se han vuelto tan costosos que las familias acortan pasos para ahorrar dinero
“Hicimos kmalet l’âtia”. ‘Âtya viene del verbo dar. Significa concluir el acto de donación de la chica al pretendiente. Este paso es en principio el segundo, después de que la familia del novio se haya presentado la primera vez. A veces, se realiza en el primer contacto entre las dos familias. Algunas familias leen la Fatiha en tal ocasión.
En algunas zonas rurales, el simple hecho de compartir comida sella la unión. Compartir el mismo plato (shrakna at-taâm) crea vínculos sagrados.
Una práctica de las familias del Medio Atlas : durante la petición de matrimonio, las dos familias comen un pan que mojan en el mismo tazón, que contiene aceite de oliva y miel.
Tradicionalmente, los compromisos se realizaban en varias etapas. La familia del pretendiente venía para establecer un primer contacto y anunciaba la intención de pedida de mano. Luego podía regresar para discutir los detalles del noviazgo. Y luego podía volver a leer la Fatiha, esperando la ceremonia de boda, formalizada en la desfloración. Hoy en día, los protocolos de hospitalidad se han vuelto tan costosos y ostentosos que las familias acortan los pasos para ahorrar dinero. A menudo celebran el compromiso durante la primera visita de la familia del pretendiente.
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[Continuará]
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© Soumaya Naamane Guessous | Primero publicado en Femmes du Maroc · Junio 2006 | Traducción del francés: Imane Rachidi y Alejandro Luque y
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