etnias judías
Aunque menor que las otras dos ramas monoteístas, el judaísmo es una religión mundial que durante los últimos siglos ha estado difundido en todo el planeta, desde su epicentro teológico en Jerusalén hasta el Magreb, Etiopía, las islas británicas, Rusia, Afganistán, India y el sureste asiático, y desde luego el Nuevo Mundo tras su exploración en el siglo XVI.
Los seguidores de la fe judía en el mundo se pueden dividir a grandes rasgos en varios grupos étnicos o culturales, normalmente también diferenciados por el tipo de liturgia que siguen.
La presencia de judíos en todo el Mediterráneo, pero también en Irán, Afganistán e India, es ancestral y casi siempre anterior a la época romana. Se da por supuesto que se debe a la misión judía realizada en épocas tempranas que llevó a la conversión de grupos de población que, sin embargo, mantuvieron su idioma (tamazigh, kurdo, árabe, farsi etc).
El mayor grupo a escala mundial es el asquenazí. Se puedo considerar como un «pueblo», ya que comparten, además de la fe, un idioma común, el yídish, basado en un dialecto alemán, así como ritos, bailes, música y estrechos vínculos históricos. Habitan la mayor parte de Europa, desde las islas británicas, Francia, y Alemania hasta toda Europa Oriental y Rusia hasta los Urales. También son la clase dominante en Israel y han formado de forma decisiva el concepto de «judío» en el siglo XX.
Los sefardíes son los judíos que habitaban España y Portugal hasta finales del siglo XV, cuando fueron expulsados. Una parte se asentó en Marruecos, el resto fue acogido por el Imperio Otomano y se extendió por Anatolia occidental, Grecia y los Balcanes.
Como mizrajíes se conocen los judíos nativos de los países árabes e islámicos, desde el Magreb hasta Yemen e Irán. Este término genérico agrupa a comunidades bastante diversas, con diferentes lenguas maternas, costumbres, tradiciones e orígenes. En Israel también se les llama «orientales», aunque la mitad de los que hoy viven en este país son oriundos de Marruecos, durante siglos el país musulmán con la mayor población judía, y la más integrada en cultura, sociedad y política.
La gran mayoría de los mizrajíes sigue la liturgía sefardí para la celebración de rezos, festivos etc. Una excepción son los judíos yemeníes, que se mantuvieron aislados de los demás grupos hasta el siglo XX y conservaron tradiciones religiosas propias.
En la categoría de mizrají también se suelen incluir los judíos kurdos del norte de Iraq y los persas de Irán, hoy día el país oficialmente musulmán con la mayor comunidad judía del mundo.
Diferentes de los mizrajíes, aunque a veces incluidos en el grupo, son los judíos del Cáucaso, que se diferencian en dos grupos: los yuhuro y los georgianos.
Otro grupo distintivo son los judíos etíopes, conocidos como falasha, aunque el término se considera hoy a veces despectivo. Habitaban el centro y norte de Etiopía, pero fueron trasladados en 1991 casi en su totalidad a Israel.
Fuera del Mediterráneo se pueden enumerar las comunidades ancestrales de judíos en India y en Afganistán, la de Bujara en Uzbekistán, y las de China, que en el siglo XVII recuperaron contacto con el resto del mundo.
Los judíos de América son en su mayor parte asquenazíes, con una importante componente mizrají en Latinoamérica, sobre todo en Argentina y Brasil, que experimentaron una importante inmigración sirio-libanesa en el siglo XVIII, a lo que se añaden familias sefardíes, a menudo oriundas de Marruecos.