yarsan
Yarsan es el nombre de una comunidad religiosa en el oeste de Irán y el norte de Iraq, donde se les conoce como kakai. Otro nombre empleado en Irán es Ahl-e Haqq (‘pueblo de la verdad’). Es una religión que no admite conversos: sólo se puede nacer yarsan.
Los yarsan profesan una religión monoteísta con numerosos elementos gnósticos y místicos. El concepto más destacado, que los distingue de otras creencias similares, es su fe en la reencarnación: cada persona debe cumplir hasta mil vidas (o 1.001) para purificarse y acercarse a la divinidad. Poco más se sabe de sus creencias, ya que los iniciados mantienen un enorme secretismo respecto a los contenidos de su fe. Lo poco evidente es que consideran el mundo dividido en dos esferas: la visible, exterior (zahir), y la oculta o interior (batin), un ideario que también se encuentra entre los alauíes.
El camino espiritual tiene 4 fases, según los yarsan: charia (ley), tariqa (camino, búsqueda), marifa (conocimiento) y haqiqa (verdad). Al haber alcanzado ya una fase superior, los miembros del colectivo yarsan no necesitan cumplir con las leyes de la charia musulmana, aseguran.
Como fundador, los yarsan nombran a un mítico dirigente espiritual llamado Sultan Sahak (o sultán Ishaq, forma árabe de Isaac), que habría vivido en Kurdistán alrededor del siglo XV. Esta figura se considera una encarnación directa de la divinidad, similar a Jesucristo en el dogma cristiano; y al igual que éste, Sahak nace de una mujer casada pero virgen por medio de un ave, en este caso un halcón. En otras versiones se habla de la semilla de una granada como elemento fecundador.
A Sultan Sahak se atribuye la autoría de un libro santo, el Kalam-e Saranyam (‘Discurso de la Conclusión’), del que se asegura que se guarda en un templo de la región de Kermanshah, en Irán, aunque aparentemente nadie ha visto un ejemplar y hasta hay quien asegura que se ha perdido. Circulan, no obstante, otras colecciones de literatura sagrada, llamados kalam, cuyo contenido se reserva a los iniciados. Durante las asambleas, llamadas yem’ (comparables al cem de los alevíes), se cantan himnos de estos libros u otros transmitidos oralmente, con acompañamiento musical, normalmente conducido por un cantor, el kalam-jan.
La ceremonia del yem’ debe ser conducida por un saied (‘señor’ en árabe), descendiente de uno de los 11 linajes conocidos como jandan y guardianes de la fe. La cabeza de cada linaje se conoce como pir. Los miembros de los jandan no pueden casarse con los de las familias ‘comunes’, un rasgo que los yarsan comparten con los yezidíes.
Sobre Sultan Sahak (también transcrito Soltan Sohak o Suhak) circulan numerosas leyendas milagrosas; quizás la más conocida sea la de su disputa con otro santo, montado en un león, al que se le enfrenta Sahak cabalgando sobre un trozo de muro, un motivo que también se encuentra en las órdenes bektashi turcos del entorno aleví y hasta en India.
Los yarsan ayunan cada año durante tres días, al modo de ramadán, es decir absteniéndose de toda comida o bebida durante lo que dure la luz diurna. Estos días siempre caen en invierno, aunque la fecha exacta varía según cada jandan. Otra costumbre importante es que los hombres suelen llevar todos bigotes muy marcados; incluso se considera que está prohibido cortárselo. En Iraq, donde sufren persecución desde el creciente sectarismo de la guerra civil, este hábito los puede poner en peligro de muerte, por identificarlos fácilmente.
Difusión
La gran mayoría de los yarsan viven en la provincia de Kermanshah, en el extremo sur del Kurdistán iraní, y habitualmente se les considera kurdos. Su literatura está escrita en gran parte en hewremi (también conocido como gorani), la variante local del zazaki, un idioma iraní.
A los yarsan en Iraq se les conoce como kakai. Viven en medio centenar de pueblos alrededor de Kirkuk, sobre todo al sureste de esta ciudad, fronteriza entre el Kurdistán autónomo y las provincias arabófonas. Otro grupo menor vive a lo largo del río Tigris alrededor de Mosul; se les conoce como sarlía. Se trata sobre todo de pescadores y campesinos, mientras que los kakai de la región de Kirkuk a menudo tienen estudios superiores y desempeñan oficios intelectuales.
No existen cifras sobre el número de yarsan. Se estima que existen al menos 500.000 en la provincia de Kermanshah, aunque dado su secretismo, el número puede ser incluso bastante superior. Probablemente haya varias decenas de miles en Iraq.
Según algunos estudiosos, existen intentos de asimilar las creencias de los yarsan iraníes a la ortodoxia chií y presentarlos como una mera variante del islam, basándose en el hecho de que en la mitología yarsan también existe la figura de Alí, interpretado como el yerno de Mahoma.