La falsa dicotomía kurdo-turca
Andrés Mourenza
En demasiadas ocasiones a los periodistas se nos quedan muchas cosas en el tintero. La inmediatez, la falta de espacio y la lejanía de los lectores con el sujeto a tratar obligan a simplificar aquello sobre lo que escribimos en nuestros artículos. Y esos importantes matices que nos dejamos muchas veces a un lado es preciso subrayarlos de vez en cuando, por ejemplo ahora que agudiza el conflicto desatado a raíz de –o buscando como excusa- el atentado del pasado día 20 de julio, atribuido al Estado Islámico (ISIL), que precipitó la declaración de guerra del Gobierno turco contra el ISIL y contra el grupo armado kurdo PKK, y que este último aprovechó para dar por terminado del todo su alto el fuego, que había declarado en 2013 en el marco de las negociaciones de paz con Turquía.
-El presunto responsable del atentado suicida de Suruç, Seyh Abdurrahman Alagöz, era kurdo. La mayoría de las 33 víctimas, en cambio, eran turcas, pertenecientes al Partido Socialista de los Oprimidos (ESP). Parte de los muertos eran, además, alevíes, un grupo etno-religioso chií muy heterodoxo y cuya juventud urbana, en muchos casos, ha trocado su pertenencia cultural-religiosa por postulados de izquierdas.
El PKK y las YPG sirias se llevan realmente mal con los peshmerga y con el partido del Kurdistán iraquí
-Un número nada desdeñable de los 7.000 ciudadanos turcos que se estima podrían haberse unido al Estado Islámico, son kurdos. Provincias de mayoría kurda como Adiyaman o Bingöl se han convertido en grandes centros de reclutamiento para el ISIL.
A pesar de lo anterior, la mayor resistencia ante el Estado Islámico la están presentando fuerza kurdas: las Unidades de Protección Popular (YPG), en Siria, que recibe el apoyo de Estados Unidos pese a ser una organización “hermana” del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo armado considerado terrorista por Turquía, la UE y EEUU; los peshmerga del Gobierno Regional del Kurdistán en Iraq –con apoyo de varios países de la UE y de EE UU- y por el propio PKK en varios frente de Siria e Iraq.
-Si bien minoritarias, también hay organizaciones turcas que se han unido a la lucha del las YPG contra el ISIL en Siria y del PKK y peshmerga en Iraq (frente de Sinjar), como por ejemplo el grupo armado marxista MLKP.
Parte de los soldados del Ejército turco muertos en los ataques del PKK son kurdos
-Luchan codo con codo, pero el PKK y las YPG se llevan realmente mal con los peshmerga y con la organización dominante en el Kurdistán iraquí, el Partido Democrático del Kurdistán (KDP). En Siria, por ejemplo, se han producido combates entre ambas facciones, luego han luchado juntos contra el ISIL y, recientemente, los kurdo-sirios han revocado las acreditaciones a la prensa cercana al KDP.
-Aunque hasta hace apenas unos años se dividía las facciones dentro del PKK kurdo entre “turcos” –procedentes de ese país y más favorables a negociar la paz con Ankara- y “sirios” –partidarios de continuar la lucha armada sin dar cuartel- , ahora las fuerzas kurdo-sirias YPG son más favorables a llegar a un entendimiento con el Gobierno turco que la actual dirigencia del PKK kurdo-turco.
-Parte de los soldados del Ejército turco muertos en los ataques del PKK en las últimas semanas son kurdos. Incluso un ataque del PKK hirió a un niño familia de una dirigente del partido pro-kurdo HDP.
-El principal partido que defiende los derechos de los kurdos en Turquía, el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), está dirigido por una turca, Figen Yüksekdag, y un zaza, Selahattin Demirtas. Si bien Demirtas se considera kurdo, parte de los zaza de Turquía se consideran una etnia aparte de los kurdos. Demirtas, de niño, quería ser militar del Ejército turco, para a lo largo de su vida convertirse en antimilitarista, y, aunque su hermano Nurettin se encuentra actualmente en las filas del PKK luchando contra el ISIL, Selahattin Demirtas es una de las voces del movimiento kurdo más críticas con el retorno a la lucha armada del grupo armado kurdo.
-En el HDP, Yüksekdag representa una visión más radical que Demirtas. Y, en cambio, Demirtas aparece, en las últimas semanas, siempre rodeado por turcos izquierdistas del partido (como Ertugrul Kürkçü o Sirri Süreyya Önder). Dentro del propio HDP hay varias corrientes y posturas, como la más nacionalista kurda e izquierdista que representa Sebahat Tuncel (que es aleví) o la más conservadora y menos nacionalista que representan Altan Tan o Dengir Mir Mehmet Firat (ex fundador del AKP islamista y ahora diputado del HDP).
De hecho, la estrategia electoral que llevó al HDP a conseguir los mejores resultados de un partido prokurdo en las elecciones del pasado 7 de junio, implicó aumentar la base de voto conservadora en las zonas kurdas de Turquía y la progresista en las zonas de mayoría turca.
En Estambul hay choques entre el DHKP-C (grupo armado izquierdista) y mafias kurdas
-La represión del Gobierno turco, dirigido por el AKP islamista, está acercando a kurdos y alevíes. Importante segmentos de las comunidades alevíes (entre el 20 y el 25% de la población turca) dieron su voto al HDP en las pasadas elecciones, pese a que su tradicional referente político ha sido siempre el laico y socialdemócrata CHP u otras organizaciones kurdas más a la izquierda.
Con todo, en varios barrios de Estambul se han producido importantes conflictos entre el grupo armado izquierdista DHKP-C (en su mayoría compuesto por alevíes) y elementos de mafias kurdas ligadas a la distribución de droga a las que los primeros acusan de estar al conchabadas con la policía turca y al servicio de planes de gentrificación del Gobierno.
-Aunque tiene un gran apoyo popular, el PKK no goza del apoyo mayoritario de los kurdos de Turquía, si tenemos en cuenta que el HDP obtuvo 6 millones de votos en las pasadas elecciones, que al menos un millón de esos votos procedieron de electores turcos, que parte de los electores del HDP critica al PKK, que los kurdos en Turquía son unos 15 millones de habitantes (de los que podemos considerar que al menos 10 millones tienen edad de voto o están en disposición de votar).
El tercer partido más exitoso en zonas kurdas es el HüdaPar, islamista radical y enfrentado al PKK
-Es cierto que hay una creciente diferenciación y regionalización de los resultados electorales en las zonas de mayoría kurda respecto al resto de Turquía. Si tomamos como ejemplo las elecciones municipales de 2014, en la mayoría del “Kurdistán turco” venció el BDP (antecesor del HDP), que en cambio no logró buenos resultados en el resto del país; el segundo partido más votado fue el AKP islamista, el único partido de implantación nacional que logró buenos resultados en las zonas kurdas; y el tercero fue el HüdaPar, una formación fundamentalista exclusivamente kurda que es heredera del grupo armado Hizbullah (no relacionada con el partido libanés), enfrentado ideológicamente al PKK durante la década de 1990 y que fue utilizado por el Estado turco en su guerra sucia contra el nacionalismo kurdo.
El resto de los partidos de implantación nacional turca (CHP socialdemócrata y MHP ultranacionalista turco) apenas obtiene votos en las zonas de mayoría kurda, quizás con la excepción de Saadet, un partido islamista más conservador que el AKP que suele gozar de apoyo en la provincia de Sanliurfa (de población mixa kurda, árabe y turca).
En definitiva, todo esta, reconozco, liosa relación de detalles políticos, étnicos y religiosos no tiene otro objeto que demostrar que las cosas son habitualmente más complicadas de lo que se puede reflejar en un simple artículo y que, pese al componente étnico –o nacionalista- que pueda tener el conflicto actual (algo que se ha elevado en los últimos años debido a la apuesta por el sunismo y el nacionalismo turco hecha por el exprimer ministro y ahora presidente, Recep Tayyip Erdogan) la política es lo que, aún, marca las divisiones en Turquía.
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