Decoración en una sinagoga de Teherán (2017) | © Lluis Miquel HurtadoEl judaismo es la más antigua de las tres grandes religiones abrahámicas. Aunque numéricamente es hoy mucho menos extendido que el cristianismo o el islam, ha marcado enormemente el desarrollo de las culturas mediterráneas. Es reconocido como religión divina tanto por cristianos como por musulmanes; ambas religiones consideran a los profetas hebreos precursores de los suyos propios.
El concepto central de la fe es la definición del ‘pueblo judío’ como un conjunto de personas descendientes de Abraham, elegido por Dios como su servidor y fundador del monoteísmo. La alianza sería reafirmada por Moisés en el monte Sinaí, momento en el que se le revelara la Tora, el libro central de la fe mosaica.
Judío es, según la halaja o ley judía, quien ha nacido de una madre judía, de ahí que apostatar es imposible: no se trata de una decisión libre sino una condición genética. Aunque todas las ramas aceptan conversiones al judaismo, hoy se trata de casos individuales y no se realiza una misióna gran escala. En la historia, no obstante, el judaismo se difundió, tal y como más tarde el cristianismo y el islam, a través de extensas campañas de conversiones que llevaron la fe mosaico a todos los países del ámbito mediterráneo y más lejos, desde Marruecos a Etiopía y Afganistán.
Entre los judíos se distinguen dos grandes escuelas litúrgicas : los asquenazíes, procedentes de Europa oriental, sobre todo Alemania, Rusia, Balcanes y los países americanos a los que emigraron, y los sefardíes, oriundos de España y África del Norte. A menudo se conoce con el nombre de sefardíes también los judíos de países árabes o musulmanes, aunque hoy se definen más correctamente como mizrajíes. Existen numerosos otros grupos étnicos menores.
Se estima que hay entre 13 y 14 millones de judíos en el mundo; gran parte de ellos en América. Unos 5 millones viven en Israel, otro medio millón en Francia, 80.000 en Ucrania, 45.000 en Italia y grupos de entre mil y algunas decenas de miles en España, Turquía, Irán, Rumanía, Portugal, Marruecos, Croacia, Grecia, Túnez… En el resto de los países mediterráneos, la histórica presencia judía se ha ido reduciendo a pocos centenares o incluso decenas de individuos.
Hoy existen diversas corrientes religiosas en el judaísmo que se diferencian respecto a la interpretación de la ley judía y su cumplimiento más o menos estricto. Generalmente se distinguen ortodoxos, conservadores y reformados. Estas corrientes no están asociadas a la procedencia étnica de los judíos.